Step 1

Protege y preserva la escena del crimen. Antes de que cualquier prueba puede ser recogida, la escena debe ser asegurada para evitar la contaminación. Establece un perímetro y permite que sólo ingresa el personal necesario. Fotografía la escena antes de que la evidencia se recoja.

Step 2

Ponte los guantes y otras prendas protectoras, si es necesario, para asegurarte de no contaminar la escena, a continuación, lleva a cabo una búsqueda sistemática en el área. Recoge las pruebas que sean susceptibles a los elementos primero. El pelo, por ejemplo, puede ser arrastrado por el viento. La sangre, el líquido seminal u otras pruebas líquidas también se pueden perder si no se recogen rápidamente.

Step 3

Usa hisopos de algodón o gasa para reunir pruebas de sangre que no se ha secado. La sangre y el líquido seminal deben secarse completamente una vez recogidos, y ser refrigerados rápidamente. Los productos que contienen sangre y fluidos seminales deben ser transportados en bolsas de papel, no de plástico, para evitar la humedad y la formación de bacterias. La sangre que se ha secado se puede recoger tomando toda la superficie sobre la que se secó o cortando una porción de ella.

Step 4

Recoge el cabello, las fibras y los hilos utilizando unas pinzas. Cada una de las pruebas debe ser colocada individualmente en una bolsa de recolección o en un contenedor sellado.

Step 5

Usa polvo para huellas digitales. Este contiene agentes especiales que se adhieren al aceite que se encuentran en los dedos humanos. Una vez que se detecta una impresión, puede ser "levantada" por medio de una cinta especial. La cinta se coloca sobre un portaobjetos de vidrio, se marca y se transporta en una bolsa de plástico sellada.

Step 6

Recoge las grandes piezas de evidencia, como un arma de fuego o ropa, con guantes de plástico para no contaminarla. Coloca cada pieza en una bolsa o caja separada y etiquetada.