Step 1

Guarda la parte del esmalte que se saltó, si es que puedes encontrarla. Si la tienes en tu mano te será más fácil encontrar el mismo color de pintura.

Step 2

Compra una pintura de esmalte que sea del mismo color que tu lavabo o tu retrete. La manera más sencilla de determinar el color exacto, con frecuencia, consiste en buscarlo en el sitio web del fabricante o ponerse en contacto con él por teléfono. Si una ferretería o casa de venta de pinturas cerca de donde vives cuenta con la tecnología para mezclar pintura de esmalte de diferentes colores, también puedes llevar el trozo saltado a la tienda para que te preparen un lote a medida. Otra opción es compararlo con el color de las latas o con muestras de pintura de la tienda.

Step 3

Agita bien la pintura. Usa un pincel pequeño, de punta fina, para aplicar una capa delgada de pintura de esmalte en el área donde se saltó el esmalte. Deja que seque por completo.

Step 4

Dobla un pedazo de papel de lija fino en forma de triángulo para que tenga una punta fina. Coloca tu dedo sobre ese punto y ejerce una leve presión mientras lijas todos los puntos en los que se ha secado la pintura sobre el esmalte existente, creando una superficie despareja.

Step 5

Agrega las capas adicionales necesarias de pintura en la zona del esmalte saltado, pero deja pasar por lo menos cuatro horas entre cada capa para que se seque. También asegúrate de lijar lo que sea necesario entre capa y capa. Muchos esmaltes saltados requerirán por lo menos cinco o seis aplicaciones de pintura antes de que la zona esté pareja con el esmalte existente, de manera que el trabajo completo puede tomar varios días.