Técnicas de artesanía mexicanas

Cerámica mexicana.

Creatas/Creatas/Getty Images

El arte de la cerámica en México se remonta a miles de años atrás, cuando la arcilla se transformaba en jarras de agua inspiradas por las calabazas y el calabacín de los campos. Las pequeñas comunidades creaban la cerámica para su propio uso y los artistas aspirantes pasaban por una formación intensiva para aprender las complejidades de este arte.

A mano

Piezas a mano.

Jupiterimages/Photos.com/Getty Images

La forma más común de trabajar la arcilla es hacer las piezas a mano. En México, antes de que llegara la electricidad, toda la cerámica se creaba a mano, lo que permitía más libertad de expresión. Además, los moldes se utilizaban para hacer platos y boles y cualquier acento decorativo, como pequeñas figuras simulando pájaros, se añadían después de que la pieza se extraía del molde. Intenta crear una taza para beber utilizando la técnica de la tabla, que consiste en rodar una pieza lisa de arcilla y formarla alrededor de un vaso o cilindro, pellizcando los lados cerrados y añadiendo un pie. O utiliza la construcción de tabla para crear un plato desplegando la arcilla con el espesor deseado y montándolo en un molde de caída en forma de placa cubierta con lubricante de pulverización. Estos moldes se pueden crear a partir de yeso o rollos de arcilla cubierta con papel de periódico. O utiliza la construcción de rollos, que supone rodar longitudes de arcilla en rollos y unirlos para hacer jarras de almacenamiento.

La rueda de cerámica

Boles mexicanos.

Jupiterimages/Photos.com/Getty Images

La cerámica mexicana tradicional utilizaba una rueda llamada "la rueda Zapoteca", de acuerdo con el libro de Chloe Sayer, "Arte de México". La rueda simplemente era un tablón o bandeja de cerámica colocada en una piedra o un bol volcado en el cual se ponía la pieza. La cerámica entonces podía mover la bandeja en círculo y trabajar todos los lados de la pieza sin moverla. Hoy, las ruedas de cerámica eléctricas se utilizan para crear boles y jarras con asas hechas a mano. Intenta crear una jarra de agua redonda con un borde quemado o una urna con una abertura sin mover, o cuencos de frutas. La clave del diseño de la cerámica mexicana es la simplicidad de la forma. Es el diseño que añade el factor sorpresa.

Acabados y quemados

Cerámica mexicana.

Medioimages/Photodisc/Photodisc/Getty Images

Terminar la cerámica en el estilo tradicional mexicano supone usar colores vívidos y luminosos. Utiliza colores minerales y pinta diseños tradicionales, como flores, pájaros, gente o animales. Después de aplicar la pintura, quema la pieza. La cerámica mexicana también puede glasearse después de quemarla. Intenta glasear a goteo piezas en óxidos de azul, verde y amarillo, creando remolinos de color. La cerámica de color sólido también es popular, incluyendo el verde, que requiere pigmento de óxido de cobre y amarillo. Los decorados pueden hacerse también presionando un molde en arcilla suave antes de quemarse.

La cerámica mexicana tradicional se quema en hornos subterráneos. Después de añadir la cerámica al horno, se cubre con fragmentos rotos de cerámica y barro. La cerámica absorbe el humo y el hollín y se vuelve negro. La cerámica también se quema en lo que se conoce como un horno europeo, un cilindro abierto por arriba, de piedra, con una rejilla de fuego en la parte inferior, de acuerdo con Sayer. La resina, que se encuentra en las plantas de cactus, se utiliza como combustible y la mayoría de estos hornos está construida de adobe.

eHow en espanol
×