Usarla fresca

Corta las hojas de albahaca fresca que necesites para su utilización. Esto puede comenzar tan pronto como las hojas de la planta sean lo suficientemente grandes para su uso. Corta el tallo donde se extiende a partir de la unión de dos hojas. Un nuevo tallo y hoja crecerán a partir de este punto. Continuar cortando y utilizando la albahaca mientras es joven y tierna mantiene las hojas y los tallos de la maduración y formación de brotes y flores. Una vez que la planta de albahaca ha florecido, las hojas tienen un sabor amargo.

Cortar para secar

Cosecha la albahaca para secar cuando esté tierna y antes de que la planta brote o florezca. La cosecha de la albahaca en el transcurso del día, después de que el rocío de la mañana haya pasado, reduce el contenido de humedad de la misma. Evita el calor del día que puede marchitar la albahaca antes de que se pueda secar.

Prevenir la floración

Corta el centro de los tallos de la planta aún si no serán utilizados. Esto mantiene a la planta produciendo nuevos brotes, que se pueden usar, en lugar de transferir la energía a los brotes y las flores, que en última instancia, reducen el sabor de la albahaca.

Cosechar todo el año

A menos que vivas en un clima donde las temperaturas al aire libre se mantienen por encima del punto de congelación, coloca la planta en una maceta y muévela al interior para su uso durante todo el año. Las plantas crecen en el interior si se les suministra agua y luz de manera adecuada. Mantén los mismos procedimientos de cosecha usando los tallos y las hojas frescas, y al mismo tiempo, evita que la planta florezca. Inicia nuevas semillas al aire libre en la próxima temporada de cultivo.