Cómo hacer que tus zapatos de piel dejen de chillar

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Seguro, tus zapatos chillones puede evitar que aceches al nuevo chico guapo que has visto en el vecindario, pero también son irritantes y potencialmente molestos. No te engañes pensando que el ruido desaparecerá una vez que amoldes el cuero: el rechinado y la novedad no están relacionados. Pide a una amiga que te ayude con el diagnóstico, luego repara tus zapatos una vez que localices el rechinido ¡En pocas horas tendrás tu andar confiado, y silencioso, sin dañar tus zapatos de piel!

Step 1

Prueba los zapatos en compañía de una buena amiga. Pide a tu amiga que observe el tacón para determinar si alguna parte de éste rechina. Camina lentamente para que tu amiga pueda observar que el tacón toque el suelo y se levante. Gira tu tacón de un lado a otro. Si tu amiga puede localizar el rechinido, quítate el zapato. Voltéalo para buscar el área del tacón que se está despegando del zapato (pista: es el área ruidosa). Aplica súper pegamento en el área, luego presiona el tacón y el zapato para unirlos. Cuando el pegamento seque, el rechinido se habrá ido. Si no puedes encontrar el chillido, procede a otros métodos para eliminar ese molesto ruido

Step 2

Retira la suela interna de tu zapato. Espolvorea la cubierta interior con talco, luego ponla de nuevo en su sitio. Ésto puede evitar los rechinidos provocados por la humedad, que ocurren cuando el zapato tiene exceso de agua en el interior.

Step 3

Llena los zapatos mojados con toallas de papel y ponlos en un área seca, no calienta, pues podrías provocar que el cuero se reseque, para secarlos naturalmente. Los zapatos mojados tienden a rechinar, pero dejan de hacerlo una vez están secos.

Step 4

Dale a tus zapatos una rociada con silicona en aerosol. Ésto no dañará la piel y lubricará los zapatos chillones lo suficiente como para callarlos. Si aun no funciona, entonces necesitas ayuda de un profesional.

Step 5

Inspecciona tus zapatos detenidamente, buscando partes que se vean gastadas, sueltas o en mal estado. El potencial culpable de este fallo en tu vestuario puede ser una suela gastada, una caña suelta (la parte central de tu suela) u otro problema estructural. Si puedes identificar algo, lleva tus zapatos con un buen zapatero para un arreglo profesional que solucionará la situación.

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