Veneno para las cucarachas y los perros
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El veneno para cucarachas es una toxina comúnmente ingerida por los perros. La toxicidad puede variar dependiendo de la marca de veneno de cucarachas que compres y cómo la administres. La mayoría de los venenos para cucarachas no es lo suficientemente fuerte para matar a tu perro, pero algunos de los ingredientes activos pueden causar leves o graves efectos adversos.
Hidrametilnona
La hidrametilnona es el ingrediente activo en algunos tipos de veneno para cucarachas. La sustancia es relativamente inofensiva en pequeñas dosis, pero si se consume más de una onza (28,35 g) de la sustancia, puede causar náuseas y vómitos. Tina Wisner, D.V.M., especialista en Información Toxicológica Veterinaria para el Centro de Control de Envenenamiento Animal ASPCA, explica que la dosis de hidrametilnona encontrada en trampas para cucarachas es tan pequeña que un perro de tamaño mediano tendría que comer el material de alrededor de 250 bandejas antes de mostrar síntomas de envenenamiento.
Clorpirifos
El clorpirifos es un organofosforado que se utiliza para el control de cucarachas, pulgas, garrapatas, hormigas y piojos, así como para muchos otros insectos. La hoja informativa del clorpirifos indica que la sustancia puede causar dolores de estómago, vómitos y salivación excesiva, así como una micción o defecación incontrolable. Los síntomas pueden aparecer inmediatamente o pueden no ser evidentes hasta 24 a 72 horas más tarde. Los perros también pueden desarrollar daño hepático por la exposición a este producto.
Fipronil
El fipronil se encuentra en trampas para cucarachas, así como en Frontline, el cual es un repelente común de pulgas y garrapatas que se utiliza en perros y gatos. La Red de Apoyo al Personal Veterinario explica que el fipronil está diseñado como una neurotoxina para los insectos. Ha sido ampliamente probado y es seguro para uso externo, pero Pet Education indica que puede causar babeo si se ingiere y algunos perros pueden desarrollar una alergia externa en la piel por el producto.
Reguladores del crecimiento de insectos
De acuerdo con la Extensión del Instituto de Servicios de Alimentos y Agricultura (IFAS, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Florida, los reguladores del crecimiento de insectos son uno de los métodos menos tóxicos de control de las cucarachas, ya que están diseñados específicamente para afectar a los insectos en vez de a los animales. Trabajan al interferir con el desarrollo normal, lo que da como resultado cucarachas jóvenes estériles que mueren sin reproducirse. El producto se administra como un aerosol o en el interior de una bandeja de cebo. No existen riesgos notables para perros u otros animales con los reguladores de crecimiento de insectos.
Bandejas de cebo para cucarachas
Según Dogster, las bandejas de cebo en sí pueden ser mucho más peligrosas que el material del interior. El cebo de cucarachas contiene un atrayente que atrae a los perros y éstos mastican el material plástico tratando de llegar a la carnada. Si el perro se traga los pedazos del plástico, su tracto intestinal puede ser dañado por las piezas afiladas. La Red de Apoyo al Personal Veterinario advierte que si el perro se traga toda la bandeja de cebo, se puede atorar en su garganta o en el estómago.