Implicaciones monetarias

En casos de alquiler de vientre comercial, el intercambio de dinero acompaña al acuerdo. La madre de alguiler es compensada financieramente por el embarazo y el parto, mientras que los que quieren ser padres, deben ser responsables de los costos de todo el embarazo. Siendo un proceso costoso, el alquiler de vientre involucra tarifas médicas y legales. Los que quieren ser padres pueden consultar una agencia, lo que suma a los costos, para manejar el proceso, como la búsqueda de candidatas, el seguro maternal y los problemas de viaje y legales. Ambas partes tienen que contrapesar los asuntos morales de "alquiler un vientre", pagar por el hijo o vender el bebé, como se realiza en los casos tradicionales.

Legalidad

Los Estados Unidos es uno de los pocos países del mundo que permite la práctica del alquiler de vientres. Las leyes varían según el estado, con algunos que prohiben la práctica por completo y otros que la permiten con restricciones. Para algunos que desean convertirse en padres a través del alquiler de vientre, los viajes fuera del estado de origen puede ser necesarios para entrar en un contrato de alquiler. La falta de leyes estrictas con respecto al proceso puede contribuir al riesgo de fraude a través de agencias que explotan a los padres potenciales y se saltan la obligación financiera y médica de la madre de alquiler.

El regalo de la vida

El alquiler de vientre es para quienes no pueden tener hijos biológicamente, dándoles la oportunidad de convertirse en padres y habla muy bien de la madre subrrogante que da el regalo de la vida. El proceso es una alternativa a la larga y altamente regulada adopción infantil. Las mujeres infértiles, las parejas homosexuales y los solteros que quieren ser padres pueden buscar esta alternativa como una ruta más sencilla. Los acuerdos de alquiler altruistas no involucran ninguna ganancia monetaria y tienden a ser más comunes entre las mujeres que se embarazan de niños que son para miembros de su familia o amigos.

Paternidad

Como resultado final, el bebé es el componente más susceptible de un acuerdo de alquiler de vientre. El abandono o la posibilidad de que ninguna de las partes quiera al niño después del nacimiento de repente puede ser un problema. El riesgo de que las madres de alquiler, en especial aquellas en los acuerdos tradicionales de alquiler, formen un vínculo y demanden mantener al niño puede surgir. Si no se siguen las directrices, tales como aquellas que requieren que las madres sustitutas se abstengan de tener relaciones sexuales hasta que la fecundación y el inicio del embarazo tengan éxito, la paternidad puede ponerse en tela de juicio. Esta guía asegura que la concepción es de hecho resultado del padre biológico deseado.