Vida útil

Con un poco de cuidado y mantenimiento, un calefactor de aceite es una inversión que ofrece décadas de calor y de uso. Como los calefactores eléctricos y de gas tienen una esperanza de vida de sólo 15 y 18 años respectivamente, un calefactor de aceite debe durar 20 años, según Pacific Crest Inspections. Con una ventaja añadida, los calefactores de aceite modernos son más eficientes en combustible que los modelos fabricados en el pasado y también son más eficientes eléctricamente. Algunos de los nuevos modelos de calefactores pueden manejar la calefacción para el hogar y para el agua también.

Física de los calefactores

Aunque los calefactores pueden durar años, comprueba periódicamente para asegurarte de que esté calentando adecuadamente la casa. Un termómetro especializado instalado en el orificio de la tubería de escape de un calefactor de aceite mide la temperatura de los gases que se escapan a través de la chimenea. Si están demasiado calientes, el calefactor está funcionando mal, de acuerdo a Natural Resources Canada. Después de insertar el termómetro y de revisar la temperatura inicial del gas de combustión, ejecuta el calefactor a una temperatura alta durante 15 minutos y mide nuevamente. Un aumento constante de la temperatura indica una disminución de la eficiencia.

Revisar el filtro

Para mantener un calefactor funcionando sin problemas y eficientemente, comprueba su filtro de vez en cuando. Los calefactores pueden tener un filtro desechable, lavable o electrónico, pero todos se obstruyen periódicamente, especialmente con el uso pesado. Los filtros bloqueados también dañan el intercambiador de calor del calefactor, comprimen la calidad del aire y limitan la eficiencia. La esperanza de vida del filtro estará afectada mediante la limpieza de una casa y los dueños de mascotas puede que tengan que limpiar o reemplazar los filtros con más frecuencia. Comienza comprobando los filtros en forma mensual y hazlo con mayor frecuencia si están muy sucios.

Seguridad ante el monóxido de carbono

A medida que los hornos envejecen, la calidad y la eficiencia pueden degradar, aumentando las probabilidades de un peligroso aumento en la producción de monóxido de carbono. Siendo un gas incoloro e inodoro, el monóxido de carbono es producido por los calefactores de aceite y pueden enfermar o matar cuando los niveles de exposición son demasiado altos. Para proteger a tu familia, instala un detector de monóxido de carbono, el cual sonará una alarma en caso de peligro. Además, haz arreglos para una inspección anual del horno por un profesional entrenado en el comienzo de la temporada de calefacción para asegurarte de que todo está funcionando de manera segura.