Problema de suministro de agua

Si hay un problema con el suministro de agua, la máquina de hielo de tu Whirlpool Gold no será capaz de obtener el agua para hacer el hielo. Revisa la válvula de entrada de agua al refrigerador. Gira la válvula para asegurarte de que está encendida. Si eso no resuelve el problema, mueve el refrigerador lejos de la pared para asegurarte de que no esté aplastando la línea de suministro de agua. Por último, retira el filtro y limpia cualquier resto acumulado de éste para resolver los problemas de obstrucción.

Manguera congelada

La manguera de entrada de agua se puede congelar, y detener el suministro de agua al refrigerador. Si esto sucede, descongela el congelador desenchufándolo hasta que la manguera se descongele. Examina la configuración del congelador: si está demasiado alta, bájala para que la manguera de aspiración no se siga congelando. Si tienes prisa, puedes utilizar un secador de pelo para derretir el hielo alrededor de la manguera.

Problemas mecánicos

La máquina de hacer hielo puede dejar de funcionar si hay un problema, ya sea con la bandeja de hielo o con las partes móviles internas de la máquina. Los depósitos minerales de tu agua pueden acumularse en la bandeja de hielo o en el brazo de barrido metálico, y hacer que la máquina de hielo se atasque cuando trates de hacer hielo. Puedes lubricar estas piezas rociándolas con aceite o un spray a base de mantequilla, tales como spray antiadherente para cocinar.

Falla eléctrica

Si la solución de todos los problemas anteriores no resuelve el problema, es probable que tu máquina de hielo esté sufriendo un fallo eléctrico. Un fallo eléctrico en la parte del calentador, el motor o el termostato hará que la máquina de hielo deje de funcionar. Ponte en contacto con tu técnico Whirlpool inmediatamente si sospechas que hay un problema eléctrico de manera que no te arriesgues a un incendio eléctrico o a un riesgo de electrocución al tratar de reparar la unidad.