Técnicas de modificación de la conducta en educación especial

Puede que desconozcas las estrategias de disciplina utilizadas en un salón de clases para niños especiales.

Los niños especiales tienen necesidades especiales cuando se trata de técnicas de disciplina. Los trucos que pueden funcionar para un niño "típico" puede que no funcionen o incluso podrían ser contraproducentes con un estudiante con necesidades especiales, por lo que posiblemente desconozcas la disciplina que tu hijo recibe en sus clases con necesidades especiales.

Elogios

Elogiar a un estudiante que recibe educación especial por lo que ha hecho correctamente va a reforzar el buen comportamiento y crear confianza para tomar las decisiones correctas. Si bien es importante desalentar las conductas negativas, es aún más importante hacer hincapié en las positivas. Los estudiantes con necesidades especiales suelen necesitar de alabanzas. A menudo se utilizan para enterarse de lo que han hecho mal. Decirles cuándo han hecho algo bien captará su atención y reforzará sus buenos comportamientos.

Recompensas

Los estudiantes con necesidades especiales a veces requieren ayuda extra para que recuerden lo que se espera de ellos, en lo que a comportamiento se refiere. Ofrecer recompensas tangibles para los comportamientos dominados o logros es una manera de recordarles lo que funciona en el aula. Debido a que su interés se maximiza proporcionando una meta objetiva (la recompensa) les resulta más fácil recordar cómo deben comportarse. Incluso las cosas pequeñas como calcomanías, fichas o marcadores permitirán que el niño sepa que está en el buen camino y es merecedor de una recompensa.

Cuadro de comportamiento

Seguir los buenos comportamientos de un niño es una manera de modificar los malos. Cada vez que un niño logre en un día (o parte de un día u hora) no demostrar un comportamiento negativo, recibe una etiqueta o marca de verificación en su carta de comportamiento. Cuando se ha alcanzado un número predeterminado de etiquetas o marcas, recibirá una recompensa tangible. Concentrarse en ser bueno por pequeños períodos de tiempo (mientras más pequeño, mejor) ayuda al estudiante a realizar un seguimiento de lo que se espera de él para que pueda actuar en consecuencia.

Redirección

Redirigir a un niño desde un comportamiento no deseado hacia uno que sea más apropiado, es una técnica de modificación de conducta eficaz utilizada en la mayoría de las aulas de educación especial de hoy en día. Con la redirección, el niño se distrae de la conducta inapropiada y se le anima a concentrarse en una tarea que le ayudará a comportarse correctamente. En lugar de ser castigado por su improcedencia, se le da la oportunidad de tomar una decisión diferente cuando se ve envuelto en una actividad diferente.

Compromiso

La participación del estudiante en su propia evaluación de conducta es otra manera en que los maestros de educación especial modifican los comportamientos no deseados en el aula. Cuando el estudiante sepa exactamente lo que se espera de él y se le pida que acate las normas y juzgue su propio cumplimiento de ellas, será más probable que obedezca. Darle el poder de evaluar su propio comportamiento aumentará la confianza y autoestima, y lo hará más consciente de sus impulsos y de su habilidad para controlarlos.

Visuales

Un aula de educación especial bien equipada tendrá un montón de efectos visuales, como gráficos y tablas detalladas de comportamiento, para ayudar a los niños a recordar lo que se espera de ellos. Al proveer claras señales visuales, el maestro de educación especial reforzará la autosuficiencia y capacidad de los estudiantes para la toma de decisiones. Tener un código visual, tal como los movimientos de la mano, puede mantener la atención del estudiante sobre el camino correcto.

Dar el ejemplo

Dar el ejemplo de la conducta apropiada es uno de los medios más eficaces de modificación de conducta en cualquier aula. Al demostrar la manera correcta de comportarse, el profesor ofrece una guía en cuanto a lo que se espera y también demuestra que el comportamiento es posible. Si el profesor lo puede hacer, entonces el estudiante puede.

Supresión

El comportamiento de un niño es casi siempre motivado por el deseo de lograr una reacción o una meta. Cuando un maestro de educación especial practica el principio de la "supresión", modifica el comportamiento eliminando la recompensa. Por ejemplo, si un niño siempre grita cuando es hora de dejar la plastilina, es fácil deducir que la recompensa esperada es más tiempo con la plastilina. El maestro de educación especial entonces ignoraría los gritos y pondría la plastilina a distancia. Si los gritos continúan después de que la plastilina ha sido retirada, el profesor podrá solicitar con calma al estudiante que haga sus gritos en otro rincón de la habitación para no molestar al resto de la clase mientras ellos disfrutan de la actividad actual. Suprimiendo la recompensa, el niño no tiene ningún incentivo para continuar con el comportamiento no deseado.

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