Juego de roles

Una de las mejores maneras de enseñar a los estudiantes cómo vivir las virtudes teologales es hacer que representen una variedad de escenas en las que las virtudes teologales entren en juego. Divide la clase en grupos y pídele a cada grupo realizar una obra de teatro. Al final de cada presentación, pide a los otros estudiantes identificar la virtud esta siendo retratada. Esto ayudará a los estudiantes no sólo a aprender a identificar las virtudes, sino también a cómo aplicarlas en su vida diaria.

Collage de virtudes

Después de enseñar a los estudiantes las definiciones de las tres virtudes teologales, dales muchas revistas viejas para que busquen. Pídeles a los alumnos que corten ejemplos de las revistas de personas aplicando las virtudes teologales en sus vidas. Luego, pide a los alumnos pegar estas fotos en una cartulina y escribir las diferentes virtudes debajo de ellas. Esto puede convertirse en una decoración del salón de clases y un recordatorio para utilizar las virtudes teologales como una guía en la vida cotidiana.

Reescribir una historia

Para destacar la importancia de las virtudes teologales, lee un cuento a los estudiantes acerca de una persona que no esté utilizando las virtudes teologales en su vida diaria. Pide a los alumnos contemplar la historia, y luego volver a escribirla para que la chica de la historia haga uso de las virtudes teologales en su toma de decisiones. Esto ayudará a los estudiantes a reconocer las malas decisiones, y les enseña cómo hacer otras mejores para sí mismos.

Dar un ejemplo

Pide a los alumnos dar un ejemplo a la clase de un momento en el que tuvieron que utilizar una de las tres virtudes. Esta es una manera para que los estudiantes se den cuenta de que estas virtudes son aspectos importantes de la vida cotidiana y les ayudará a entender mejor el concepto. Además, es bueno para los estudiantes comenzar a compartir sus experiencias en la fe.