Cómo adiestrar a un perro a usar el tapete entrenador

Adiestra a tu perro para que vaya al baño donde tu desees.

markcarper/iStock/Getty Images

Si vives en una gran ciudad y tienes un perro pequeño; entonces, sabes que no siempre es posible sacarlo a pasear cada vez que necesita ir al baño. Los tapetes entrenadores son una gran solución para este problema. Estos productos pueden facilitarte la limpieza siempre y cuando adiestres a tu perro para que los use.

Step 1

Determina el tipo de tapete que tu perro necesita. No todos son iguales. Pregunta a tus amigos que tienen mascota si los han utilizado y, cuáles han sido los resultados. En síntesis, lo que vas a colocar en el suelo es un pañal grande, porque los tapetes están hechos de ese mismo material. Cualquiera que haya tenido un bebé te dirá que algunos son buenos y que otros simplemente no sirven. Además, estos pañales vienen en diferentes medidas. Busca el adecuado, según el tamaño de tu perro y del desastre que hace.

Step 2

Coloca los tapetes en los lugares correctos. Debes ponerlos en todas las áreas que tu perro utiliza como baño. No pongas uno al lado del plato de comida; ya que éste no es un lugar que el perro usaría de esa manera aunque lo entrenaras. Coloca un tapete junto a tu cuarto de baño y tal vez otro cerca de donde el perro duerme. Definitivamente, debes poner varios. Incluso si vives en un piso pequeño. Los tapetes estarán llenos más rápido de lo que piensas, sobre todo si te ausentas por tiempo prolongado.

Step 3

Usa un aerosol para controlar los esfínteres. Las dos primeras semanas, utiliza el aerosol. Éste se puede encontrar en casi todas las tiendas de mascotas y es muy fácil de usar. Deja los pañales en los lugares que destines para que tu perro vaya al baño y rocía una pequeña cantidad en el centro de cada uno. Con poco se puede llegar lejos. El olor de este rocío le dirá a tu perro que ése es el lugar del baño. Este método se debe utilizar sólo las dos primeras semanas.

Step 4

Recurre siempre al refuerzo positivo de la conducta. Después de un par de semanas de rociar el aerosol, empieza a reconocer su esfuerzo de haber usado los pañales. Cada vez que vaya al baño y los use, recompénsalo con algo grande y mucha alegría. Acarícialo mientras le dices lo bien que se ha comportado. Un poco de mantequilla de maní en una cuchara es, además de una gran idea, menos costoso que comprar cajas de golosinas durante esta fase de su entrenamiento. Entrénalo así por lo menos durante un mes. Después de un tiempo la recompensa caducará, pero una vez que el adiestramiento concluya, tendrás un perro que el resto de su vida irá al baño donde debe.

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