Datos acerca de la ansiedad por extraños

Un bebé sonriente.

Kraig Scarbinsky/Digital Vision/Getty Images

La ansiedad por extraños es una fase normal del desarrollo de los bebés humanos. Para la mayoría de los bebés, comienza alrededor de los 8 meses, llega a su máximo en los 15 meses y después disminuye. Los bebés que eran amistosos y sonrientes con los extraños a los 4 meses pueden gritar cuando una nueva persona los sostiene tan sólo un par de meses después; esto es normal. La ansiedad por extraños es un síntoma preocupante únicamente en los niños mayores.

Señales de ansiedad por extraños típica

De acuerdo con la American Academy of Pediatrics, la ansiedad por extraños en los bebés y los niños pequeños no sólo es normal, sino que es señal de un apego saludable a sus cuidadores. Su conciencia cada vez mayor del mundo alrededor de ellos los hace distinguir entre sus seres queridos y los extraños. Al mismo tiempo, aún no entienden la permanencia de los objetos (el saber que un objeto que está fuera de la vista no ha desaparecido por siempre). Como resultado, los bebés entre 8 y 12 meses pueden preocuparse excesivamente cuando no ven a sus madres o cuando están rodeados de nuevas personas.

Disminuyendo la ansiedad por extraños

Los padres pueden disminuir los efectos de la ansiedad por extraños en numerosas maneras. Es especialmente importante no apresurar las cosas ofrecen al niño para avanzar demasiado rápido. Permite que tu bebé o tu pequeño infante se tomen algún tiempo para acostumbrarse a las nuevas personas antes de esperar que acepten abrazos o se sienten en sus regazos. También es importante advertir a tus amigos y a otras personas a las que conocerá tu hijo que puede ser tímido al principio. Las personas que no están familiarizadas con los niños pequeños pueden ser sensibles a lo que parece un rechazo; puede ser útil explicarles que el rechazo de tu hijo no es nada personal. Finalmente, prepara al pequeño para una situación en la que sabes que conocerán nuevas personas asegurando que está bien alimentado y descansado. Los niños cansados, molestos y hambrientos tienen poca probabilidad de responder bien a los extraños.

Niños más grandes

La ansiedad por extraños normal en los bebés y los niños pequeños puede manifestarse en un rango de edades y diferentes grados de severidad. Sin embargo, los síntomas de la ansiedad por extraños que están muy lejos de la norma pueden ser causa de preocupación. Los niños mayores de 4 años que aún experimentan esta ansiedad por extraños o la ansiedad por la separación pueden estar sufriendo del trastorno de ansiedad por separación, especialmente si sus miedos son severos, por ejemplo, un miedo excesivo a ir a la escuela.

Falta de ansiedad por extraños

Como caso contrario, los niños que nunca muestran señales de ansiedad por extraños pueden sufrir de un trastorno de apego, que algunas veces se ven los niños que son maltratados y abusados, o podrían estar en el espectro del autismo.

La ansiedad por extraños y la guardería

Los niños que comienzan en una nueva guardería durante su fase de ansiedad por extraños o los que asisten a una instalación de guardería muy grande con muchos miembros del personal pueden pasar momentos difíciles ajustándose a ser dejados durante el día. Los padres pueden disminuir esta dificultad permitiendo que el niño se ajuste a la nueva situación gradualmente, permaneciendo un par de minutos todos los días para ayudar a que el niño se aclimate en el nuevo ambiente y asegurando, si es posible, que su hijo será cuidado por la misma persona todos los días en lugar de ser pasado entre diferentes miembros del personal. Es normal y saludable que un niño pequeño forme apego adicional con sus cuidadores de medio tiempo; esto ayuda a superar el difícil periodo de la ansiedad por extraños.

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