Step 1

Coloca la mesa sobre una lona o sábana vieja en un área bien ventilada como un garaje abierto. Esto evitará que inhales el polvo del lijado y los vapores de la pintura, y asegurará que el suelo de tu casa no se dañe accidentalmente.

Step 2

Quita toda la pintura y el sellador de la superficie de la mesa con un removedor químico. Sigue las instrucciones en la etiqueta del producto. Por lo general, aplicas el removedor químico, esperas unos minutos y luego utilizas una espátula para raspar la pintura y el sellador viejos.

Step 3

Usa una lijadora eléctrica para lijar la superficie de la mesa hasta que se sienta suave al tacto. También puedes utilizar papel de lija, aunque el trabajo te llevará mucho más tiempo.

Step 4

Coloca un nivel sobre la mesa. Como el daño del agua puede deformar la madera, es posible que la mesa esté más elevada en algunas zonas que otras. Usa masilla para madera para rellenar los huecos o grietas en la superficie, y corrige los puntos más altos con un lijado adicional. Cepilla el polvo de la madera que se ha acumulado sobre la mesa.

Step 5

Tiñe o pinta la superficie de la mesa siguiendo las instrucciones que aparecen en la etiqueta del producto. Deja que la pintura o el colorante se seque por completo (por lo general durante 24 horas). Aplica una segunda mano y también espera que se seque por completo. La segunda capa garantiza que, incluso si el agua finalmente penetra a través del sellador, la madera siga estando protegida.

Step 6

Barniza la mesa usando un sellador con un acabado resistente al agua. Sigue las instrucciones del producto para aplicarlo apropiadamente. Deja que el barniz se seque por completo antes de volver a entrar la mesa al hogar.