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Ponte en contacto con la Oficina de Estadísticas Vitales del estado donde crees que la persona fallecida vivió. Para confirmarlo, ponte en contacto con sus familiares, y consigue una lista de posibles estados de residencia.

Solicita una copia del certificado de defunción de la persona fallecida. Para obtener el certificado debes pagar una cuota mínima y proporcionar una licencia de conducción o una tarjeta de identificación estatal.

Verifica la ciudad y el estado donde el certificado de defunción afirma que la persona murió.

Consigue una lista de los cementerios. Debido a que no hay un índice a nivel estatal o en toda la ciudad de los lugares de entierro, deberás realizar un trabajo preliminar para encontrar la localización del entierro. Proporciona el nombre de la persona fallecida, así como la fecha de su muerte. Todos los cementerios conservan registros y pueden verificar si la persona se encuentra ahí y cuando fue enterrada.

Pregúntales a los amigos o familiares del muerto dónde está enterrado. Si estás en la misma ciudad en el momento de la muerte, el obituario por lo general aparece dentro de los siete días después de la muerte y mostrará el nombre del cementerio donde será enterrada la persona.