Step 1

Crea una agenda de siestas para tu bebé. Haz que duerma 2 horas después de que se despierte en la mañana, y haz que tome una siesta otra vez a la tarde 2 o 3 horas después de que haya tenido su siesta de la mañana, según sugiere la autora Suzy Giordano. Sigue la agenda todos los días para que tu bebé forme gradualmente un hábito de siestas y se duerma fácilmente. Una agenda también te da un momento de respiro sin que los momentos de las siestas sean una batalla constante con tu bebé.

Step 2

Observa a tu bebé en busca de signos de que esté listo para una siesta como que se frote los ojos, se irrite o se quede viendo a lo lejos. Haz que duerma inmediatamente, no después, cuando estos signos se muestren. Olvídate de la creencia de que mientras más cansado esté el bebé, más rápido se dormirá. Si se cansa demasiado, probablemente será más difícil hacerlo dormir. Pero incluso aunque no muestre estos signos, obedece a tu agenda de siestas.

Step 3

Crea rituales para la hora del sueño. Oscurece su habitación; oculta la luz del sol cerrando las persianas de la ventana. Reproduce música suave, mécelo o léele una historia mientras comienza a dormirse. Los bebés se acostumbran a los rituales, así que comienzan a asociar las actividades de rituales con el sueño y se duermen más fácilmente. Si ya estás usando ciertos rituales a la noche, úsalos también para la hora de la siesta.

Step 4

No dejes de seguir la rutina solo porque no puedes mantener la agenda de siestas de tu bebé algunos días. Date cuenta que tener una agenda los beneficiará a ti y a tu bebé la mayoría de los días en los que se siga.