Retoños y raíces poco profundas

Los álamos blancos producen muchos retoños y tienen raíces poco profundas. Los retoños emergen por encima del césped, mientras que las raíces crean protuberancias en el jardín o dañan los sistemas sépticos y las tuberías de agua. Controlar el crecimiento de retoños con herbicidas no es muy efectivo.

Crecimiento y forma

Los álamos blancos crecen rápidamente y alcanzan alturas de 50 a 70 pies (15 a 21 metros). Este crecimiento rápido los vuelve vulnerables al quiebre de ramas, especialmente en áreas muy ventosas y con tormentas invernales. Eventualmente, el tronco puede pudrirse, lo que provoca la caída del árbol. Los álamos blancos tienen una agradable forma ovalada con corteza blanca y hojas verdes en la parte superior y plateadas o blancas en la parte inferior.

Cuidados

Los álamos blancos prosperan a pleno sol con suelos húmedos de buen drenaje. Son resistentes a la sal, la polución urbana y los suelos alcalinos, pero el crecimiento se reduce durante condiciones de sequía. Cultiva estos árboles lejos de estructuras o aceras debido al riesgo de ramas caídas y raíces invasivas. Pódalos al menos una vez al año para eliminar ramas débiles.

Problemas de plagas y enfermedades

Estos árboles suelen padecer numerosas plagas de insectos y enfermedades, como antracnosis, pudrición de la raíz, oídio y mildiu. Estos problemas, además de la madera débil, contribuyen a la breve vida de la mayoría de los álamos blancos.