Cómo disciplinar a un adolescente quejoso

Detén a tu hijo antes de que comience a quejarse.

Jupiterimages/Brand X Pictures/Getty Images

La adolescencia puede ser un momento difícil ya que los padres tratan de poner límites a un niño con un deseo cada vez mayor de independencia. Mientras el sentido de si mismo de su hijo se desarrolla, quiere la libertad de tomar sus propias decisiones con respecto a qué actividades participa y quiénes son sus amigos. Cuando hay un conflicto, es probable que se enfrenten a un adolescente quejoso que piensa que su independencia es más importante que las reglas familiares. La comprensión de cómo combatir y disciplinar a los adolescentes que aparentemente no pueden evitar quejarse, te ayudará a crear un poco de armonía familiar.

Anticipa el análisis de las reglas de comportamiento. Tu hijo va a querer empujar los límites para ver hasta donde puede salirse con la suya, sobre todo si se ha quejado de las pautas injustas. Puedes esperar un poco de desobediencia mientras navegas por las reglas y expectativas. En lugar de ser atrapado con la guardia baja por tal comportamiento, se puede preparar un debate para revisar tus expectativas con tu hijo y reforzar la importancia de respetar las reglas de la casa.

Enseña a tu hijo acerca de las consecuencias. Si se queja, por ejemplo, por el toque de queda y luego vuelve a casa a altas horas de la noche, quítale su próxima actividad social. Si lo hace, muéstrale que hay consecuencias por no respetar las reglas de la casa y ayúdale a aprender la importancia del respeto a ti y a las directrices que has establecido.

Castiga a tu hijo. Hacer esto es una forma eficaz de disciplinar el comportamiento pobre, como reclamante, en niños mayores. Quítale una actividad placentera, tal como conducir o ir a los próximos eventos, por una cantidad fija de tiempo. Centro de orientación de mujeres de la universidad de Texas advierte sobre castigarlo a tu hijo por mucho tiempo, sin embargo, debido a que varias semanas de castigo pueden disminuir la eficacia de esta técnica disciplinaria.

Habla con tu hijo acerca de quejarse cuando está castigado. Tu hijo ocupado estará en la casa durante más tiempo durante este momento, así que toma ventaja de esta oportunidad para discutir por qué está en esa situación. Pregúntale por qué se queja y lo que podría mejorar su perspectiva. Tu hijo te agradecerá tu interés en su opinión, y, aunque que no será capaz de cambiar todo a su favor, se puede trabajar hacia soluciones más aceptables para los dos.

Permite que tu hijo adolescente gane tiempo libre de su castigo. Inculca el comportamiento más positivo en tu hijo trabajando con él para establecer las tareas que puede realizar para reducir la duración de ese tiempo. Céntrate en el motivo del castigo: las quejas. Tu hijo puede recuperar su tiempo, jugando muy bien con un hermano menor, completando las tareas sin quejarse, y participando en las actividades familiares con una actitud positiva, por ejemplo. Mientras que la motivación de tu hijo a hacer estas tareas podría ser reducida al mínimo el tiempo de castigo, también aprenderá el valor de comportarse bien sin quejarse.

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