Cómo disciplinar la desobediencia deliberada

Puedes minimizar la desobediencia deliberada aplicando la disciplina apropiada.

Brand X Pictures/Brand X Pictures/Getty Images

La desobediencia intencional se produce cuando el niño entiende lo que se supone que debe hacer, pero toma la decisión consciente de desobedecer las normas establecidas por ella. Si tu hijo es consistentemente desobediente en forma deliberada, pudiera ser resultado de sentimientos de impotencia e inseguridad de acuerdo con la Dra. Patricia M. McCormack en un artículo publicado en la edición de marzo de 2001 en "Today’s Catholic Teacher". Cualquiera que sea la causa, disciplinar la desobediencia deliberada es fundamental para evitar que esto se agrande. Pero el cómo debes disciplinar a tu hijo, dependerá de tu propio hijo, su edad y cuál fue la desobediencia..

De acuerdo a HealthyChildren.org, que es un sitio web de la American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría), debes mantener la calma cuando tu hijo está siendo desobediente en forma deliberada. Tu mal humor puede alterar el estado de ánimo de tu hijo, causando más rebeldía y desobediencia. Habla con tu hijo con respeto cuando hables sobre su desobediencia, ofreciéndole la oportunidad de explicar por qué actuó como lo hizo.

Permite que las consecuencias lógicas le enseñen a tu hijo que su desobediencia viene acompañada de consecuencias negativas. Por ejemplo, si tu hijo se niega a dejar su bicicleta en el garaje por la noche, deja que sufra las consecuencias. En este caso, la bicicleta eventualmente se oxidará con el tiempo o alguien puede robársela, dejándolo sin una bicicleta para andar. Aprender de la experiencia personal es un método efectivo de castigo para los niños desobedientes.

El sitio web KidsHealth aconseja que le quites algún privilegio a tu hijo cuando desobedezca deliberadamente una regla en la que ya le explicaste claramente la consecuencia de la desobediencia. Por ejemplo, puedes dejarle en claro que tú esperas que el venga adentro y esté listo para cenar cuando lo llamas,y si no lo hace, le quitarás el privilegio de jugar al aire libre antes de la cena por dos días. Entonces, si lo llamas para que entre y se prepare para cenar y él deliberadamente vuelve a salirse para seguir jugando, le quitarás el permiso de jugar al aire libre antes de cenar durante dos días, tal como lo prometiste. Esta es una manera de enseñarle al niño que un par de minutos extra de jugar al aire libre no valen la pena si va a quedarse encerrado durante dos días y que cumples lo que prometes.

De acuerdo al sitio web HealthyChildren.org, no debes hacer amenazas vacías. Piensa en las consecuencias de lo que estás estableciendo antes de que decírcelo a tu hijo. Por ejemplo, si le dices a tu hijo que si desobedece una vez más, nunca volverá a jugar afuera de nuevo, es mejor que te prepares para no dejarlo salir nunca de la casa para jugar o te arriesgarás a enseñarle que tus amenazas no son ciertas.

Haz que la disciplina sea apropiada para el acto de desobediencia. Si le quitas los privilegios o castigas a tu hijo, asegúrate de que la consecuencia es adecuada y no demasiado dura para que tu hijo pueda aprender de la experiencia y no crea que lo estás tratando injustamente. Por ejemplo, si le dices que puede ir a casa de su amigo que está bajando la calle siempre y cuando esté de regreso en casa a las 5 pm, no le prohibas salir durante un mes si se retrasa una hora. Si lo castigas tanto tiempo podrías dar lugar a que su comportamiento empeore, dado que él puede sentir que no tiene nada que perder ya que ha perdido un privilegio por mucho tiempo.

eHow en espanol
×