Cómo utilizar un contratista a prueba de bebés

Hacer una casa un hogar para un bebé significa que sea segura.

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A pesar de que tengas la cuna y el ajuar listos, esto no significa necesariamente que tu casa esté lista para un nuevo bebé. Todos los niños deben ir a una casa segura. Cada día, dos docenas de niños mueren a causa de lesiones no intencionales, de acuerdo con información provista en 2012 por los Centers for Disease Control and Prevention (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades). Más allá de eso, muchos niños sufren lesiones por accidentes no deseados. Para reducir las posibilidades de accidentes en el hogar, necesitas tomarte el tiempo necesario para hacer que tu hogar sea a prueba de bebés y niños. Incluso podrías optar por contratar a un profesional para garantizar la seguridad de tu hogar. Si vas a elegir esta opción, hay algunas cosas que debes tener en cuenta.

Haz una lista de los peligros que encuentras en cada habitación.

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Primero debes observar tu casa desde el punto de vista de un niño pequeño. Apóyate sobre las manos y rodillas y gatea por toda la casa. Busca y anota los interruptores, enchufes u objetos colgantes que puedan resultar peligrosos para un niño. Inspecciona las plantas que si bien pueden estar fuera del alcance aún dejan caer las hojas al alcance de un niño. Mira los muebles, los marcos de las ventanas y los escalones para ver la presencia de esquinas y bordes. Toma nota de los lugares en donde necesitarás colocar puertas para bebés como en la parte superior e inferior de las escaleras. También ten en cuenta que es probable que desees resguardos para los pasamanos para que el bebé no se quede atascado o se caiga. Haz una lista de los peligros que encuentras en cada habitación.

Da una vuelta por tu jardín. Ten en cuenta las plantas en el paisaje. Muchas plantas comunes son tóxicas. Busca estas plantas tóxicas comunes como los narcisos, los lirios, las azaleas y la hiedra inglesa. Toma nota de las plantas desconocidas.

Comprueba el garaje o el cobertizo para ver si hay químicos para el césped y el jardín, o gasolina y combustible. Mira en los coches u otros vehículos para ver si hay objetos peligrosos o cables expuestos.

Ponte en contacto con dos o tres compañías diferentes para trabajos a prueba de niños. Habla con tu pediatra o con otros padres de la localidad para obtener recomendaciones. Pide a cada empresa que envíe un representante a tu casa para que te arme un presupuesto. Sigue al contratista y compara tu lista con la de él. Si la lista es más extensa, habla con el contratista acerca de lo que te perdiste. Puede ser que sea política de la empresa, por ejemplo, sólo realizar trabajos a prueba de niños dentro de la casa y hacer caso omiso del jardín. Decide si ese tipo de seguridad para niños es la adecuada en función de tus necesidades. Discute el costo del servicio.

Pesa la lista de mejoras de seguridad con tu propio presupuesto. Elige la empresa que sea la mejor opción en función de ambos.

Habla con el contratista durante el proceso de instalación. Discute dónde va a jugar y a dormir el niño. Pregunta al contratista acerca de la garantía por roturas y la política de reemplazo de la compañía.

Aprende a utilizar las cerraduras, puertas o cubiertas recién instaladas. Si bien es probable que se conviertan en tu segunda naturaleza rápidamente, puede haber un truco para usarlas al principio. Asegúrate de hacer todas las preguntas que se te ocurran antes de que el contratista deje tu casa.

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