¿En qué consiste la comunicación pasiva-agresiva?
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La forma en que una persona se comunica con los demás depende de cómo se siente acerca de sí misma, la situación en que se encuentra y las personas con las que está interactuando. Si alguien tiene baja autoestima o pobres habilidades de comunicación, puede adoptar un estilo de comunicación pasiva-agresiva, lo que significa que hacen las conversaciones con un matiz agresivo y negativo, oculto tras las formulaciones indirectas y una máscara de pasividad. Este estilo de comunicación es confuso para el oyente y también hace que sea difícil para el comunicador expresar lo que realmente está sintiendo.
Estilo
Los comunicadores pasivos-agresivos suelen usar el sarcasmo como una forma de enmascarar sus sentimientos y opiniones reales y al mismo tiempo ser inadvertidamente negativos. Le dejan de hablar a las personas y tratan de hacer que la gente se sienta culpable para conseguir lo que quieren, dice la entrenadora en habilidades de comunicación y autora Barbara Small. La comunicación pasiva-agresiva también se basa en el uso sutil de expresiones faciales y lenguaje corporal haciendo pucheros o sonriendo cuando en realidad están enojados por dentro; tratan de parecer agradables y positivos, pero al mismo tiempo emiten señales negativas como ignorarte y tratar de hacerse las víctimas.
Creencias
Un comunicador pasivo-agresivo cree que es incapaz de expresarse con éxito a de una manera abierta y honesta, sobre todo si lo que está pensando es negativo; por lo tanto, debe tratar de hacerlo de una manera sutil, indirecta y manipuladora, dice el sitio web Serenity Online Therapy. La persona podría sentirse débil, impotente e inferior frente la persona con la que se está comunicando y actuar conforme estas emociones tratando de sabotear y perturbar una situación mientras intenta aparecer cooperativa y agradable.
Causas
Las razones por las que alguien se comunica de una manera pasiva-agresiva tienen que ver con los sentimientos que está experimentando en sí mismo y una incapacidad para expresar esto abierta y honestamente. Si una persona está experimentando algún tipo de conflicto interno, por ejemplo: si se siente inferior a un compañero de trabajo, celosa de un amigo o indefensa en una situación dada, actúa de manera pasiva-agresiva, como medio de hacer frente a la emoción. Esto les ofrece una negación para que no tengan que asumir la responsabilidad de cómo se sienten y en su lugar puedan desplazar la negatividad a otra persona, dice el sitio web Green Psychology. Esta incapacidad para comunicarse de una manera directa y asertiva es una conducta aprendida, dice el sitio web Serenity Online Therapy, y podría deberse a una crianza en una familia disfuncional en la cual no se alentó o ejemplificó una comunicación sana y abierta.
Impacto
La comunicación pasiva-agresiva puede ser frustrante para el oyente, dejándolo inseguro de lo que la persona quería decir y cómo debe responder, dice la psicoterapeuta Cyndi Sarnoff-Ross. Por ejemplo: una respuesta directa a una observación pasiva-agresiva podría considerarse como hipersensible, a lo que el agresor puede responder con más observaciones indirectas como: "Eso no es lo que quise decir" o "Estás interpretando mal mi comentario", culpando de esta manera a la otra persona. El oyente puede dejar la conversación sintiéndose confundido, frustrado o culpable mientras que el agresor podría haber logrado que sus necesidades sean satisfechas sobre la otra persona, dice Small. A largo plazo, la comunicación pasiva-agresiva aliena a las otras personas y, a su vez, perpetúa los sentimientos del comunicador de impotencia y baja autoestima.
Referencias
Sobre el autor
Emily Watson started writing in 2008. Watson has been published in "Children & Young People Now," "Youth Work Now," "Accent magazine," "The House Hunter," "Gap Year Business," "Timeout Education" and online at Travelmagazine.com and DunningEleyJones.com. She holds an honors degree in history from Newcastle University and has a PMA-Group postgraduate diploma in magazine journalism.
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