¿Cuáles son los tres tipos de inmunidad por ley?
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El caso de finales de 1800 de Bradley vs Fisher involucró un abogado que demandó a un juez por expulsarlo de la barra. El Tribunal Supremo dictaminó que el abogado no podía presentar una demanda en contra el juez debido a la posición oficial del juez, que le daba derecho a la inmunidad absoluta sobre las decisiones judiciales. Existe inmunidad por ley en la mayoría de los entes burocráticos, como los sistemas judiciales y gubernamentales. Los tres tipos de inmunidad cubren las entidades regionales, políticas y judiciales.
Importancia
En términos generales, la inmunidad por ley exime o protege una entidad o individuo de algún recurso legal. En muchos casos esto puede parecer que proporciona a los individuos un pase libre para cometer actos criminales o injustos. En realidad, la inmunidad es una herramienta que ayuda a lograr un objetivo final. En un caso en la corte criminal, la fiscalía no puede tener pruebas suficientes para condenar a un criminal, como en el caso de John Gotti, un líder de la mafia infame en Nueva York. Los fiscales fueron capaces de condenar a Gotti, ofreciendo a uno de sus cabecillas un perdón completo para testificar en su contra. Aunque muchos consideraron esto como una injusticia, en este caso, proporcionar inmunidad al mal menor ayudó a los fiscales a condenar el objetivo principal.
Inmunidad Soberana
La inmunidad soberana establece que un presidente, un monarca o cualquier otro tipo de gobernante supremo está por encima de la ley. De acuerdo con este tipo de inmunidad, un soberano no puede cometer una injusticia legal, haciéndolo inmune a la persecución penal o a un juicio civil. Por ejemplo, en los Estados Unidos, el gobierno federal tiene la inmunidad soberana y no puede ser demandado, a menos que lo consienta o renuncie a su derecho a la inmunidad.
Inmunidad Oficial
La inmunidad oficial libera los funcionarios públicos, como jueces, diputados y senadores de la responsabilidad como consecuencia de sus actos oficiales. La inmunidad judicial y parlamentaria son dos tipos de inmunidad oficial. La inmunidad judicial de un juez lo libera de cualquier responsabilidad por las decisiones judiciales que toma. Por ejemplo, un demandado o el demandante involucrado en un caso no puede demandar a un juez por acoso debido a la conducta que exhibe mientras que se pronuncia sobre el caso. Sin embargo, el juez puede ser objeto de impugnación basado en una conducta inconstitucional o imprudente. La inmunidad parlamentaria ofrece a un representante electo una inmunidad oficial de ser procesado por cualquier acción realizada mientras está cumpliendo con sus responsabilidades oficiales.
Inmunidad judicial
Inmunidad judicial es un concepto jurídico que implica la protección de los testigos. Se compone de dos tipos de inmunidad: transaccionales y de uso. En la inmunidad transaccional, un testigo debe declarar en un juicio, pero el tribunal no lo puede juzgar por el delito subyacente. La inmunidad de uso impide a un fiscal el uso de las declaraciones de un testigo en su contra, pero permite el procesamiento posterior de los testigos sobre la base de pruebas independientes. Un ejemplo de la inmunidad transaccional es cuando los fiscales otorgan la absolución a un criminal que está de acuerdo en testificar en contra de otros. En lo que respecta a la inmunidad de uso, un perdón completo no es la norma y un fiscal puede acusar a un testigo si tiene evidencia sustancial.
Sobre el autor
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