Escoge la pintura

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Al comprar pintura, tienes bastantes más opciones que solamente el color. Al escoger, selecciona la pintura menos tóxica que esté disponible. La pintura al látex tiene una base acuosa, y por lo tanto, es la menos tóxica de las opciones. Si no estás seguro de los ingredientes de tu pintura, pide la hoja de seguridad de los materiales en la tienda en la que adquieres el producto. La pintura comprada antes de 1977 contiene plomo entre sus ingredientes. Los aditivos pueden ser peligrosos y no peligrosos. Además, desde 1991, la pintura ya no contiene mercurio.

Limpia la pintura

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A la hora de limpiar, lava los pinceles con agua y jabón en el patio. Asegúrate de no verter pinturas químicas en tu sistema séptico o boca de tormentas. Intenta comprar la mínima cantidad necesaria, o usar las sobras en proyectos pequeños para no tener grandes cantidades que guardar. No dejes la pintura cerca de una fuente de calor ya que ésta es inflamable.

Uso seguro y almacenado de la pintura

Mide las paredes y obtén la mínima cantidad de pintura necesaria para no tener que guardarla. Asegúrate de que el cuarto esté bien ventilado. Almacena los restos de pintura en un vote invertido en un lugar fresco. No los almacenes junto a una fuente de calor, como un calentador de agua. Anota sobre cada lata el código de color o la fecha de compra. El primer objetivo a la hora de guardar pintura es mantener el aire fuera de la lata. Cuando cierras la lata, no golpees la tapa. Coloca un trozo de madera sobre la tapa y ciérrala con una maza. La pintura adecuadamente almacenada puede durar de 10 a 15 años. La pintura debe estar cremosa y no tener grumos para que sea utilizable.

Disposición de la pintura

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A la hora de desechar la pintura, debes tener en cuenta varias precauciones. Tu comunidad puede contar con un programa de disposición de residuos peligrosos. Nunca viertas pintura líquida en la basura ni la tires por el drenaje. Si debes tirarla, seca la pintura en el exterior de la casa. La pintura seca no es peligrosa. Los climas cálidos son lo mejor para realizar esto. Puedes fácilmente solidificar pequeñas cantidades de pintura mezclándola con un absorbente no inflamable o arena para gatos. Mezcla bien. Al vaciarlas, las latas de pintura en aerosol se pueden botar en la basura. Deja las latas de pintura vacías fuera de la basura si no tienen tapas, para que los recolectores sepan con qué están lidiando.