Step 1

Escoge una palmera de acuerdo a qué tan grande deseas que sea. Una palmera pequeña tenderá a permanecer pequeña. Si deseas una planta más grande, compra una de mayor tamaño.

Step 2

Dale a una planta grande tanta luz solar como sea posible en tu hogar. Las palmeras son autóctonas de zonas con mucha luz solar y las plantas más grandes pueden soportar las condiciones lumínicas de tu hogar. Sin embargo, las palmeras más pequeñas deben tener un máximo de 2 a 3 horas de luz solar por día. En la naturaleza, las plantas más pequeñas están a la sombra de las más grandes, y sólo tienen luz solar directa cuando crecen.

Step 3

Riega la palmera una vez a la semana o a penas más a menudo, dejando que la tierra de la maceta se mantenga húmeda, pero dejando un período de dos meses en el invierno con riegos menos frecuentes. El buen cuidado de las palmeras dicta que éstas deben tener un período de letargo en el invierno.

Step 4

Utiliza agua libre de sales para regar la planta. Las hojas de las palmeras pueden tener manchas amarillas si se las riega con agua del grifo, por los minerales y sales que esta contiene. Para prevenir esto, utiliza un agua más blanda o hierve el agua del grifo. Deja que el agua hervida se enfríe hasta tener temperatura ambiente antes de utilizarla para regar las plantas.

Step 5

Mantén a las plantas alejadas de cambios bruscos de temperatura, tales como corrientes de aire que entran por puertas, ventanas o acondicionadores de aire.