¿Se puede cultivar sandía a partir de semillas que se han refrigerado?

La refrigeración no es perjudicial para las semillas de sandía.

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La refrigeración no daña las semillas de sandía maduras, pero darles un tratamiento especial ayuda a almacenarlas durante largo tiempo. Las semillas de sandía limpias y secas se pueden guardar durante años en el refrigerador o a temperaturas bajo cero. Las semillas certificadas ofrecen a los jardineros más posibilidades de obtener una cosecha de buena calidad. Las que se guardan de productos comprados en el mercado pueden producir una impredecible variedad híbrida de segunda generación o una cruza entre dos variedades estándar.

Semillas de sandía

Una sandía madura estándar puede contener más de 1.000 semillas. La mayoría de las variedades híbridas y estándar producen semillas viables que maduran al mismo tiempo que el fruto. Cuando maduran, estas semillas adquieren un tono marrón o negro dentro de la pulpa de la sandía. No todas las partes de la sandía maduran al mismo ritmo y diferentes porciones de un mismo fruto pueden contener semillas maduras y blancas que aún no se han desarrollado. Una vez que la pulpa se echa a perder por completo, las semillas de sandía podrían brotar siempre y cuando cuenten con la combinación adecuada de temperatura y humedad.

Almacenamiento

Aunque la refrigeración normal no daña las semillas de sandía sin curar, el congelamiento podría ser perjudicial para las semillas húmedas. Según la Extensión de la Universidad Estatal de Colorado, secar las semillas a un 8% de humedad implica curarlas a 100ºF (37,5 ºC) durante seis horas. En condiciones normales, las semillas de sandía duran unos cuatro años, pero secas a un 8% de humedad y almacenadas a 40 ºF (4,5 ºC) o menos pueden sobrevivir hasta 10 años. La humedad relativa alta podría causar problemas. Si las semillas se curan en un 90% de humedad relativa, los niveles de humedad caen al 19% y el tiempo de almacenamiento se reduce a sólo un año.

Plantación

Debido a que las sandías pertenecen a climas cálidos, las semillas necesitan temperaturas de suelo altas para poder germinar. Las semillas germinan bien a una temperatura de al menos 85 ºF (29,5 ºC). En los jardines del norte, esperar a que el suelo alcance esta temperatura hace que la estación sea demasiado corta para muchas variedades de sandía. Sembrar las semillas a 1 pulgada (2,5 cm) de profundidad en macetas de turba de interiores ofrece una ventaja de tres semanas a las plantas. Los representantes de las extensiones pueden recomendarte la fecha indicada para comenzar a cultivar semillas en tu zona. Trasplanta las sandías al jardín tan pronto la temperatura del suelo aumente. Hacer un montículo en el lugar de plantación y colocar un plástico negro ayuda a que el suelo se caliente con mayor rapidez que si estuviera a la intemperie.

Consejos

Deja que las semillas fermenten durante unos días para limpiar los rastros de pulpa. Colocarlas sobre unas toallas de papel y moverlas a diario hasta que la superficie se seque elimina los tejidos que frenan la germinación. Planta la cantidad suficiente de semillas como para garantizar una parcela de al menos tres plantas. Las enredaderas de sandía producen flores macho y hembra, pero una sola planta podría no atraer a los insectos polinizadores. Una mayor cantidad de flores aumenta las posibilidades de una fructificación temprana. La sandía prospera en suelos limosos y arenosos de buen drenaje. Haz montículos si trabajas con un suelo arcilloso y coloca una mayor cantidad de compost o turba en las 6 pulgadas (15 cm) superiores de tierra.

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