Campo de minas

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Dispersa objetos por todo el suelo de una habitación o sal a la calle y coloca varios obstáculos en el suelo. Venda los ojos de tu pareja y ponte en el lado opuesto del supuesto campo de minas. Guía a tu pareja al otro lado utilizando sólo tu voz. La clave para este ejercicio es mantener tu voz tranquila e instruir a tu pareja para que pueda evitar los obstáculos antes de llegar a ti. No permitas que tu pareja tropiece o caiga porque no fuiste lo suficientemente claro en tus instrucciones. Una vez que el ejercicio a terminado, pueden cambiar puestos para que el otro te guíe a través de los obstáculos de manera segura.

Correr libre

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No es común que los adultos corran a menos que sean deportistas ávidos o participen en deportes organizados. Simplemente no se siente normal salir corriendo. Según el sitio web Wilderdom, este ejercicio consiste en vendar los ojos a tu pareja. La otra pareja, toma la mano de la persona con los ojos vendados y lo guía en una caminata lenta. Una vez que la persona está caminando de manera eficiente, la otra persona lo anima a empezar a trotar lentamente y luego con el tiempo corren tan rápido como puedan, confiando totalmente en la persona que lo está llevando. Esto es muy difícil de hacer y puede tomar varios intentos o días para construir el nivel de confianza necesario para completar esta tarea. La persona a la cabeza en todo momento debe estar listo para agarrar a la otra si empieza a tropezar o caer. La persona con los ojos vendados confía en que la otra le advertirá sobre rocas, zonas inclinadas o agujeros en el suelo. Caminar con los ojos vendados es difícil y requiere un poco de confianza, pero correr a toda marcha es bastante estresante para la persona con los ojos vendados. .

Caer hacia atrás

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Haz que tu pareja se pare a un pie (30 cm) de distancia de ti. Dile que no doble las rodillas y que simplemente se deje caer hacia atrás en tus brazos. Dile que no mire hacia atrás o tire las manos hacia atrás para sostenerse mientras está cayendo. Esto es difícil de hacer, incluso si confías completamente en quien debe agarrarte. Poco a poco aumenta la distancia entre ambos para que puedan aprender a confiar en que siempre te agarrará cuando caigas. Cambien lugares y se tú quien se deja caer.