Step 1

Muéstrales a los niños la forma de interactuar con tus animales domésticos. Si tienes un perro, por ejemplo, asegúrate de relacionarte o comunicarte afectivamente con el perro en frente del niño.

Step 2

Lleva a tu niño a una tienda de mascotas para que vea todos los animales. Muchas tiendas de mascotas tienen una amplia variedad de animales domésticos tales como gatos, perros, peces y pájaros. Ver a estos animales en persona puede inducir a favorecer a cierto tipo de animal y aprender más sobre este.

Step 3

Cuéntales historias sobre experiencias que hayas tenido con los animales domésticos. Recuerda los animales que han fallecido o menciona anécdotas graciosas. Las narraciones sobre los animales domésticos pueden inspirar a los niños a aprender más sobre ellos. Haz las historias entretenidas pero instructivas.

Step 4

Mira programas de televisión o películas educativas sobre animales domésticos. La mayoría de bibliotecas públicas tienen programas sobre animales domésticos incluyendo animales de granja tales como pollos y cabras.

Step 5

Lleva a tu niño a visitar una granja. Investiga con tus amigos o familiares para saber si alguno posee una granja y puede darle un recorrido a tu niño. Si ninguno de los que conoces es propietario de una granja, pídele a un granjero local si tiene el tiempo de mostrarle a tu niño algunos de los animales domésticos que tiene en su granja. Algunas granjas aún usan bueyes o burros para el riego y el arado. Otras pueden tener ovejas y así como también perros entrenados para pastorearlas.

Step 6

Muéstrale a tu niño cómo la gente usa los animales domésticos. Visita la carnicería o la tienda de abarrotes para mostrarle al niño los tipos de carne que comemos, de dónde proviene cada corte de carne y cómo llega a estar en esa forma. Explicar esto le ayuda al niño a entender que la carne que vemos en la tienda de abarrotes fue en algún momento un animal vivo.