Cómo entrenar a un potrillo recién nacido
foal image by Melissa Schalke from Fotolia.com
Cómo entrenar a un potrillo recién nacido. El entrenamiento de potrillos recién nacidos ha causado un gran impacto en la forma de entrenar a los caballos. Entrenar el caballo desde el nacimiento le permite familiarizarse con los seres humanos y trabajar con ellos antes de que surjan situaciones que le infundan miedo o desconfianza. Estos caballos son más fáciles de entrenar posteriormente. Aquí se explica cómo entrenarlos desde el nacimiento.
Step 1
Encierra al potrillo en el establo o en un corral inmediatamente luego del nacimiento. Comienza tocándolo suavemente y frotándole el cuerpo con tus manos. Tócale la nariz, la cara, la boca, las orejas, los hombros, la panza, el lomo, los cuartos traseros y las patas. Esto le permitirá al potrillo crear un lazo contigo además de con su madre. Te verá como un igual más que como un predador, que es la reacción natural ante los humanos.
Step 2
Levanta los cascos del potrillo, frota un cepillo suave sobre su cuerpo y enséñale a ceder ante la presión. Empuja suavemente su hombro hasta que se mueva hacia el costado. Haz lo mismo con los cuartos traseros. Los caballos naturalmente se resisten a la presión, por lo que enseñarles a ceder es un gran paso para el entrenamiento posterior. Es mejor hacer esto una vez que logre pararse por sí mismo, probablemente el día posterior a su nacimiento.
Step 3
Colócale un cabestro y una cuerda para guiar al potrillo y hazlo girar colocándole una cuerda suave alrededor de sus cuartos traseros para empujarlo suavemente si se niega a caminar hacia adelante. Entrenar al potrillo desde el segundo día de su vida hace mucho más fácil y más rápido su entrenamiento posterior.
Step 4
Toca al potrillo en todas las partes del cuerpo y en áreas con las que vas a trabajar posteriormente. Frota sus orejas para que no se vuelva asustadizo cuando le tocan la cabeza, como muchos caballos; tira suavemente de su cola y sus crines así no se asustará más adelante cuando le saquen los nudos con un peine y levanta sus cascos y sostenlos como si los estuvieras recortando. Esto, posteriormente será una gran ayuda para el herrador.
Advertencias
- No vayas con el potrillo en el establo o el corral si la yegua está enojada o con mal temperamento. Esto puede ser peligroso para cualquier persona que entre en el lugar. Asegúrate de que la yegua está tranquila y te permitirá acercarte al potrillo. No intentes guiar al recién nacido sin la cuerda alrededor de los cuartos traseros ya que la presión sobre la cabeza puede producirle un daño en el cuello.
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