Step 1

Asegúrate de que la cuna de tu hijo esta asegurada cuando empieces a notar el comportamiento de ponerse de pie. El colchón debe rebajarse a su nivel más bajo para evitar que tu hijo se salga accidentalmente de la cuna. Además, cortinas, cordones de las persianas y todo lo que el niño pueda agarrar debe ser retirado de la zona de la cuna. La cuna en sí debe ser asegurada contra el peso del bebé.

Step 2

Establece una rutina para la hora de ir a la cama para los niños que tienen problemas para dormir y siempre colócalos en una posición acostados, a pesar de que puedan levantarse. Pon a tu hijo a dormir a la misma hora todos los días, pero es de esperar que haya un poco de inquietud. El hospital de niños de Colorado dice que muchos niños pasan hasta 20 minutos sin descanso antes de ir a dormir. Los niños que están de pie en la cuna eventualmente se acostarán.

Step 3

Cerciórate que tu hijo se quede en la cama si hace rabietas al acostarse. Esto significa que respondas a cada uno de sus intento de retrasar la hora de acostarse animándolo a ir a la cama. Cuando tenga la rabieta, simplemente sales de la habitación, sin embargo, mantén la puerta abierta, ya que muchos niños se asustan de la oscuridad total.

Step 4

Consuela a tu hijo si está a menudo de pie en la cama y llorando después de dormir. Esto puede significar que tiene pesadillas. Simplemente entra en la habitación y hazle saber que todo está bien antes de leerle una historia o cantarle, y acuéstalo boca arriba. Llevarlo a tu cama puede establecer un hábito de dormir juntos.