Formas seguras para lograr que tu hijo pequeño duerma en su cuna

Un peluche favorito puede ayudar a la adaptación de tu hijo a su cuna.

Creatas Images/Creatas/Getty Images

Tu hijo pequeño podría pensar que dormirá en tu habitación y en tu cama por siempre, pero sabes que esos días de ser expulsado y pateado por un pequeño pie durante toda la noche están contados. La adaptación a tu hijo durmiendo en su propia habitación y cuna será un desafío para ambos. Sin embargo, los padres que pueden establecer una rutina coherente y pueden mantener su propósito a pesar de las lágrimas, tendrán más éxito para lograr que su hijo pequeño pueda dormir en su propia cuna.

Adhiérete a una rutina del horario de ir a dormir

Establece una rutina para ir a dormir que tu hijo respete y con la que se sienta cómodo. Basa tu rutina en el cronograma de sueño de tu hijo, asegurándote de que estará lo suficientemente cansado cuando sea el momento de ir a la cama. Comienza terminando con las actividades tranquilas después del horario del baño y mantén esas actividades en su habitación. Elige cualquier actividad tranquilizante y cómoda para tu hijo como leer su libro de cuentos favorito, cantar una canción de cuna que conozca bien o tomar el último vaso de leche.

Haz que el dormitorio sea acogedor

Si tu hijo pequeño está acostumbrado a dormir en tu dormitorio, puede sentir que el suyo es "desconocido" y un poco temerario. Una forma de que se sienta emocionado sobre estar en su dormitorio es hacer un pequeño cambio de imagen. Puede ser tan simple como agregar una etiqueta de pared del personaje animado favorito, la fotografía de mamá y papá o un animal de peluche que haya elegido. Agrega luces de noche o una lámpara suave para que la habitación no esté totalmente oscura. Considera la posibilidad de tener un proyector de techo pequeño con un diseño infantil que muestre estrellas sobre la parte del techo que queda sobre su cuna. Sé entusiasta cuando le muestres a tu hijo los nuevos elementos en su habitación y aumenta la cantidad de tiempo que pasas allí con él, especialmente al final del día.

Sé coherente con la adaptación

Si estás tratando de hacer que tu hijo pequeño duerma en su propio dormitorio por primera vez, deberás saber que puede ser un problema por un par de semanas, pero sé firme y coherente. Asegúrate de que él sepa que "como un niño grande" dormirá en su propio dormitorio, al menos por unos días antes de comenzar, tal como lo recomienda el National Center for Infants, Toddlers and Families. Cuando sea la hora de que se vaya a dormir, colócalo en la cuna y recuéstate al lado de la misma. Cálmalo si llora desconsoladamente y resístete a la tentación de tomarlo en brazos y quitarlo totalmente de la cuna. Durante algunos días siguientes, duerme lejos y cada vez más lejos de la cuna y no duermas toda la noche allí. Puedes revisarlo periódicamente para tranquilizarlo si se despierta pero trata de hablar lo mínimo y no hagas más nada en su presencia que parezca interesarle.

Inventivos creativos

Alienta a tu hijo a mirar alrededor para que se duerma en su propia cuna creando una suerte de incentivo. Por ejemplo, puedes crear una tabla de sueño donde consiga una nueva pegatina cada vez que se duerma exitosamente en su dormitorio. Puedes darle una pequeña recompensa después de ganar ciertos números de pegatinas. Mantén este plan simple como una vuelta en carrusel en el centro comercial o un dulce que raramente le des. A medida que tu hijo se familiarice más con dormir en su propia cuna, gradualmente puedes disminuir los incentivos. Haz que se sienta lo suficientemente bien para dormir en su cama celebrándolo con entusiasmo a la semana siguiente, diciéndole lo orgulloso que estás de él.

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