Vino sin abrir

El vino sin abrir no debe ser refrigerado en una heladera estándar de cocina, ya que es muy fría para su almacenamiento a largo plazo. Éste debe ser guardado en un lugar fresco y seco o en un refrigerador especial para vinos.

Vino blanco abierto

El vino blanco abierto se debe guardar en un refrigerador. Debe cambiarse su corcho, preferentemente por un dispositivo que quite el exceso de aire de la botella, y colocarse en el refrigerador. Aunque el sabor comenzará a deteriorarse un poco luego de un día o dos, usualmente los vinos blancos se pueden seguir consumiéndose luego de unos seis días.

Vino rosado abierto

El vino rosado abierto se debe guardar a temperatura ambiente. Refrigerarlo lo enfría y para tomarlo debe ser llevado a temperatura ambiente otra vez. Estas fluctuaciones dañan su sabor, así que es mejor dejarlo tapado con su corcho y guardado en un lugar fresco y seco.

Vino espumoso abierto

La mejor manera de guardar una botella de vino espumoso abierta es con un tapón de champaña. Este pequeño dispositivo despresuriza la botella y la mantiene fresca por hasta una semana.

Guardado a largo plazo de botellas abiertas

Si no estás planeando terminar de tomar una botella abierta y no estás preocupado por las distorsiones en el sabor, deberías guardarla en el refrigerador sin importar si es blanco o rosado. El vino abierto se puede refrigerar por hasta unos meses y ser usado para cocinar o como vinagre.