Los viajes escolares vienen en muchas formas y tamaños. Desde paseos de medio día al parque local hasta un viaje de campamento fuera de la ciudad, los viajes de campo presentan un modo como los maestros pueden acercar el conocimiento de una manera completamente nueva para los niños de entretenerse mientras aprenden. Los viajes de campo dan a los niños una oportunidad de experimentar participando en el aprendizaje mientras que son introducidos a nuevos ambientes.

Aprendiendo en nuevos ambientes

El aburrimiento de los salones de clase puede llevar a algunos niños a la pérdida de interés en un tema particular. Esto es especialmente cierto con materias difíciles, pero puede ocurrir con casi todo. Además, nuevos ambientes pueden proveer de retos que permitan a los individuos aprender, mientras que los salones de clase son generalizados y muchas veces enfocados a los de lento aprendizaje en el grupo. Durante los viajes al campo, los niños tienen oportunidad de ir un paso adelante y adquirir tanta información como quieran y puedan.

Divirtiéndose

Los viajes de campo son una gran manera de romper la rutina, de terminar un tema aburrido o de traer vida a algo que se ve particularmente difícil. También da a los niños la oportunidad de conocerse e interactuar en un ambiente más relajado, sin la presión de las calificaciones o las restricciones del salón de clases y los grados.

Poner el conocimiento a la práctica

Los viajes de campo son una gran manera para aprender información difícil. Hechos históricos, conocimiento de biología y aún física y química pueden experimentarse participando en un viaje de campo. Por ejemplo, un viaje de campo de biología puede llevar a los niños a la casa de insectos o de ciertos tipos de flores, mientras que una maestra de historia puede llevar a los niños a participar en exhibiciones o talleres especiales dentro de un museo local. Para que esto sea más efectivo, los niños deben tener una lista de en qué pueden participar antes de iniciar el viaje. Esto puede incluir desde mapas, ejercicios y lista de cosas a realizar durante ese día.

Permitiendo a los niños a aprender haciendo

Los expertos creen que hay diferentes métodos para aprender, incluyendo visual, auditivo y táctil. Los estudiantes que aprenden mejor a través del tacto (aprendizaje kinestésico) se beneficiarán altamente de viajes de campo, donde los sentidos participan mucho más que en un salón de clases. Dependiendo del tipo de viaje de campo, los maestros pueden aprovecharse de esto al permitir a los niños no solo observar sino a participar activamente en eventos que los rodean. Mientras que la educación con pruebas y en salones puede no ser tan efectiva para algunos niños, los viajes de campo ponen a todos al mismo nivel, al ser la experiencia aprendida en lugar de enseñada. Los viajes de campo pueden ser de gran ayuda al permitir interacción entre los individuos. Por ejemplo, un viaje a un centro local natural puede aprovecharse para explorar la flora y fauna, practicar conceptos aprendidos en física y matemáticas, usarse en el inicio de escritos para temas de historia o geografía.

Enseñando a los niños nuevas experiencias

Mientras que muchos padres harán lo posible para presentar a los niños eventos culturales y artísticos, la verdad es que muchas veces, la falta de tiempo, dinero o conocimiento provoca a las familias que no acudan a dichos eventos. Los viajes de campo son una excelente manera de permitir a los niños conocer las artes y disfrutar actividades y tener vistas que no tendrían oportunidad de hacerlo de otra manera. Para los niños de la ciudad, los viajes de campo pueden ser una oportunidad para estar en contacto con la naturaleza y explorar al aire libre.