¿Qué es un enfoque constructivista centrado en el niño para la educación de la primera infancia?

En un aula constructivista los niños exploran los temas de aprendizaje.

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El enfoque constructivista centrado en el niño para la educación en la primera infancia tiene sus raíces en el trabajo de los psicólogos Lev Vygotsky y Jean Piaget. Las teorías de Piaget sobre el desarrollo del niño, la cognición y la inteligencia trabajaron como marco para inspirar el desarrollo del enfoque constructivista de aprendizaje. El enfoque constructivista ve a los niños como participantes activos de su propio aprendizaje. La educación es entonces mucho más que la memorización, es la integración y asimilación de los conocimientos para ser utilizados y analizados más a profundidad. Las estrategias constructivistas tratan de encender la curiosidad y el amor de un niño por el aprendizaje.

Los principios del constructivismo

En el centro de la educación constructivista hay un entorno en el que los niños se convierten en aprendices activos que toman decisiones y buscan experiencias que favorezcan su desarrollo. Los maestros proveen un currículo integrado que permite a los niños explorar varios temas y asuntos dentro de un tema. Los niños tienen la facultad de investigar y reorganizar las bases de su conocimiento. Aprenden a través de actividades apropiadas para su desarrollo y de ejercicios de aprendizaje que desafían su crecimiento académico, físico, social y emocional. Las actividades de grupo promueven un ambiente sociomoral en el que los niños pueden aprender y practicar el respeto por los demás. El horario diario de actividades es flexible y poco estructurado. Los profesores dan a los estudiantes tiempo suficiente para explorar completamente los temas.

La función del maestro

El papel del maestro en un enfoque constructivista de la educación infantil es principalmente uno de orientación. Los profesores actúan como una guía de aprendizaje de los niños al facilitar actividades y oportunidades de aprendizaje sin imponer objetivos de aprendizaje. Destacan el niño integral cuándo diseñan los temas curriculares y de aprendizaje. Animan a los jóvenes estudiantes a desarrollar e investigar sus propios intereses. La curiosidad precipita el aprendizaje efectivo. En lugar del concepto tradicional de un profesor que se coloca en la parte delantera del salón y dicta la información, los educadores se convierten en socios de sus alumnos. Animan a los niños a hacer preguntas y participar. Deben proporcionar de forma coherente actividades de participación abierta que den múltiples resultados.

Rol de los niños

En un aula constructivista, los niños investigan su entorno y temas de aprendizaje. Actúan como jóvenes científicos que descubren el mundo que les rodea. Debido a que el maestro abre el aula al aprendizaje imaginativo, los niños se convierten en agentes importantes en su propia educación. Están construyendo su propio aprendizaje en lugar de recibir el aprendizaje que se les da. Participan activamente en proyectos y actividades, eligiendo la profundidad del aprendizaje de un tema determinado. Asimilan lo que han aprendido a lo que ya saben, creando nuevos conocimientos.

Aplicaciones prácticas

Un enfoque constructivista centrado en el niño para la educación de la primera infancia es aplicable a diversos escenarios de aula. Los niños se benefician del grupo para la resolución de problemas. Al trabajar juntos para encontrar soluciones, experimentan el crecimiento cognitivo. Los profesores pueden entonces ayudar a los niños en el proceso de razonamiento, animándoles a pensar y razonar los problemas. Las ciencias naturales son particularmente propicias para el constructivismo. Los niños son capaces de satisfacer su curiosidad sobre el mundo natural a través de experimentos. Pueden desarrollar hipótesis simples, poner a prueba sus teorías y comparar los resultados.

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