Step 1

Abre el grifo hasta que el agua salga caliente. Asegúrate de que no esté tan caliente como para causar quemaduras o molestias, unos 100º F (38ºC) serán suficientes, ya que tú sostendrás la botella. Llena la botella de agua caliente. Deja reposar unos instantes para que el calor derrita el pegamento, lo que facilitará la extracción de la etiqueta.

Step 2

Despega cuidadosamente la etiqueta desde arriba hacia abajo, partiendo desde una esquina superior. Dóblala sobre sí misma. Si se complica, utiliza un cuchillo pequeño o una espátula de metal para extraer la etiqueta tan suavemente como sea posible. Además, trabajar lentamente reduce la cantidad de papel y pegamento que queda detrás.

Step 3

Desecha la etiqueta. Quizás aún queden restos de pegamento y papel adheridos en la botella. En ese caso, utiliza un solvente para remover el pegamento. Los mejores solventes son el alcohol y el aceite mineral, que funcionan con diferentes tipos de pegamento. Haz una prueba sobre un área pequeña y elige el solvente más apropiado.

Step 4

Sumerge un paño en el solvente y presiónalo ligeramente sobre los residuos de la botella. Deja actuar un minuto para ablandar el remanente de papel y pegamento.

Step 5

Retira el paño y usa una esponja abrasiva para frotar los residuos. Si los residuos se han empapado lo suficiente, saldrán con facilidad. El solvente también dejará residuos en la botella, por lo tanto, es importante lavarla con un detergente suave y secarla con un paño. Colócala boca abajo para extraer el agua y deja secar.