Remedio casero para matar el parvovirus de jardín

La lejía mata al parvovirus en jardines.

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Desinfectar las áreas al aire libre puede ayudar a prevenir que tu perro contraiga parvovirus canino, un virus altamente contagioso que mata al 80 por ciento de los cachorros infectados que no reciben un tratamiento veterinario. Aún después del tratamiento, los perros pueden seguir propagando el parvovirus a través de las heces por algún tiempo. El virus resistente puede prosperar en la tierra por meses. Puede ser prevenido y controlado usando suministros de desinfección básicos.

Solución

El cloro es el único desinfectante doméstico conocido por matar al parvovirus. Para matar el parvovirus en tu jardín, agrega 1/2 taza de lejía en 1 galón (3,78 l) de agua. Usa una botella rociadora para dispensar la solución en todo el jardín, incluyendo césped, tierra y áreas de cemento. Cualquier otro ítem al aire libre que podría estar contaminado también debería limpiarse con lejía. Empapa los platos y juguetes de tu perro en el agua con cloro por 10 minutos.

Advertencias

La solución de lejía diluida matará tu césped y decolorará algunos ítems de aire libre. Incluso aunque hayas removido completamente el parvovirus canino de tu jardín, puede volver a aparecer si pisas una superficie contaminada y caminas por él.

Consideraciones

Es mejor esperar un año luego de desinfectar tu jardín para adoptar a un nuevo cachorro. Aunque la lejía mata al parvovirus, es más fácil saltearse algún lugar al desinfectar áreas al aire libre. Los rastros restantes del virus pueden vivir por hasta un año y siguen infectando a cachorros y perros adultos. Esperar un año para llevar un nuevo perro a casa reduce el riesgo de contraer parvovirus.

Prevención

Mantener a los cachorros y perros adultos al día con las vacunas puede prevenir que tengan parvovirus. A los perros se les suele administrar una vacuna 5 en 1 que los protege contra los virus mortales. Los cachorros suelen recibir sus primeras inyecciones a las seis u ocho semanas de edad y refuerzos mensuales hasta que tienen 18 a 20 semanas. Los perros deben ser revacunados a intervalos regulares determinados por el veterinario.

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