Características de la tierra

Brand X Pictures/Brand X Pictures/Getty Images

Las enredaderas de uva tienen que desarrollar un sistema de raíces fuertes. Necesitan suelos sueltos que tengan cerca de 3 a 4 pies (0,91 a 1,22 m) de profundidad para fomentar que las raíces crezcan profundas y propagadas ampliamente. Prosperan en un limo arenoso, es decir, una mezcla de arena, arcilla, limo y materia orgánica, pero también crecerán bien en suelo arenoso o gravoso. Las uvas maduran más temprano en suelos arenosos debido a que estos suelos se calientan rápidamente. Demasiada arcilla en un suelo formará una costra en el clima caliente que bloqueará el agua de penetrar a las raíces. Una buena mezcla de tierra para las uvas es cerca de 20 por ciento de arcilla, 35 por ciento de limo y 45 por ciento de arena. Quieres que tus enredaderas produzcan uvas no follaje. Si el nivel de nutrientes en tu suelo es demasiado rico, tus enredaderas producirán una gran cantidad de follaje y no muchas uvas.

Drenaje del suelo

NA/AbleStock.com/Getty Images

Las enredaderas de uva no gustan del suelo empapado y agua estancada. Los suelos de uva necesitan un buen drenaje, que es una razón por la cual las laderas son lugares de elección para los viñedos. Si tu área tiene fuertes lluvias o prolongadas, necesitas sembrar tus uvas en un terreno inclinado.

pH del suelo

Ciaran Griffin/Stockbyte/Getty Images

Mide el pH del suelo si es acídico o alcalino; 0 es muy ácido, 7 es neutro, 14 es muy alcalino. El pH del de tu suelo puede afectar la forma química de los nutrientes que tus enredaderas de uva necesitan. Un nivel de suelo entre el 6 y el 6,5 es el mejor para que las enredaderas de uva absorban los nutrientes que necesitan para el crecimiento vigoroso y rendimientos altos de uvas. Si tu suelo es inferior a 6 puedes tener que agregar cal. Si tiene un pH de 8 o más alto, el rendimiento de uvas probablemente será deficiente y deberías agregar yeso al suelo para disminuir la alcalinidad.

Hierro en el suelo

Photos.com/Photos.com/Getty Images

Los suelos con un tinte rojizo son generalmente altos en hierro. Las uvas cultivadas en suelos que son ricos en hierro a menudo producen vinos con una ligera turbidez, que es también llamada caso férrico, del cual es difícil deshacerse sin un equipo sofisticado. Las uvas que crecen en suelos con alto contenido de fósforo también producirán vinos que tienen un alto contenido de hierro. Los altos niveles de boro en los suelos producirán uvas de maduración temprana con un alto contenido de azúcar.