Hierro fundido

Las parrillas de hierro fundido son las más utilizadas del mercado gracias a su alta calidad. Retienen el calor por mucho tiempo y tienden a cocinar los alimentos de manera más pareja, lo que es una gran ventaja para una barbacoa. Los alimentos cocinados en una parrilla de hierro fundido se queman más rápido, lo que reduce el tiempo de cocción. No obstante, un aspecto negativo de este estilo de parrillas es que requieren limpieza regular.

Parrillas de hierro revestidas en porcelana

Las parrillas de hierro revestidas en porcelana también retienen el calor y cocinan los alimentos de manera pareja y rápida al igual que las de hierro fundido, pero no requieren tanto mantenimiento. Además, las parrillas de hierro revestidas en porcelana no se oxidan, así que son una buena inversión que durará mucho tiempo. Estos tipos de parrillas se limpian con un cepillo de cerdas metálicas en lugar de una espátula de metal.

Parrillas de acero inoxidable

Las parrillas de acero inoxidable son más económicas que las de hierro fundido, pero pueden durar mucho tiempo con cuidados de rutina. Sin embargo, estas parrillas tienen espacios más amplios que las de hierro fundido, así que no retienen tan bien el calor. Esto significa que es posible que los alimentos no se cocinen de manera pareja o tarden más tiempo en estar listos.

Parrillas de acero inoxidable revestidas en porcelana

Las parrillas de acero inoxidable revestidas en porcelana también son más baratas que las de hierro fundido. Además, son más duraderas que las parrillas de acero inoxidable estándar, ya que están revestidas en porcelana. Sin embargo, el revestimiento de porcelana puede agrietarse. Estas parrillas también cuentan con espacios amplios y no retienen bien el calor.