Caminar

Muchas mujeres creen que caminar es útil para inducir las contracciones. Es una de las maneras más sencillas en que puedes hacerlo, y en caso de no suceder, el ejercicio es bueno para ti y para tu bebé. La teoría que subyace a caminar hacia el trabajo de parto se basa en la gravedad. Estar de pie permite que la gravedad ayude al bebé a descender dentro de la pelvis y a prepararse para el parto y el movimiento que causa caminar ayudará también a que tu bebé baje.

Aceite de castor

El aceite de castor se ha utilizado como una manera natural de inducir las contracciones durante años. Este aceite causa espasmos en los intestinos, que rodean al útero. La idea es que los espasmos de los intestinos también harán que el útero comience con espasmos. Ya se trate de que el útero reaccione o no al aceite de castor, tus intestinos lo harán. Entonces debes probar este abordaje con cuidado.

Toma aceite de castor en pequeñas cantidades. Sabe horrible y vaciará tus intestinos. Si aún no estás lo suficientemente incómoda, la diarrea severa por cierto hará que te sientas así. También puede causar deshidratación, así que bebe mucho líquido si es que lo vas a probar.

Comidas picantes

Nadie sabe muy bien por qué, pero hay muchos cuentos de mujeres que juran que las comidas picantes indujeron su trabajo de parto. Puede ser que la comida picante a veces tenga el mismo efecto en tus intestinos que el aceite de castor. Sin embargo, tendrás que tener cuidado de no comer demasiado. Lo último que desearías, si puedes inducir las contracciones, es un estómago lleno de comida picante que te descomponga durante el parto.

Intimidad

Nuevamente, si bien esta no es una teoría demostrada, muchos médicos y parteras aconsejan a las mujeres embarazadas intentar tener intimidad sexual para inducir las contracciones. El sexo puede liberar un químico parecido a una hormona llamado prostaglandina, que también se encuentra en el semen. Se cree que la liberación de este químico estimula el cuello del útero.

La prostaglandina se compara con los remedios usados en los hospitales para inducir el trabajo de parto. El cuerpo lo utiliza para ayudar en la contracción y en la relajación de los grupos musculares blandos de tu cuerpo. Estos grupos musculares incluyen a los que causan las contracciones y los que se usan durante el trabajo de parto.

Acupuntura

Durante siglos, en Asia se ha estado usando la acupuntura para ayudar a inducir el trabajo de parto. Más recientemente, se llevó a cabo un pequeño estudio en la University of North Carolina para comprobar esta teoría. Según WebMD, un estudio de 2006 realizado por investigadores de la University of North Carolina descubrió que un 20 por ciento más de mujeres entraban en trabajo de parto después de recibir acupuntura que las que recibían los cuidados estándar. Además, a las mujeres a las que se les aplicaba acupuntura tenían menos probabilidades de tener a su bebé con cesárea.

Hierbas homeopáticas

Existen algunas hierbas comunes que las mujeres también pueden probar para dar inicio a su trabajo de parto. Por supuesto, querrás verificar con tu médico antes de tomar cualquier tipo de medicación, incluyendo hierbas. Una hierba en particular, el cohosh, es un remedio homeopático común que se usa para inducir el trabajo de parto. Sin embargo, se sabe que tiene fitoestrógenos, un compuesto que puede producir coágulos sanguíneos.

Otra hierba que las mujeres prueban comúnmente es el aceite de onagra vespertina. Se cree que este aceite contiene químicos estrechamente relacionados con las prostaglandinas. De manera que si tomas el aceite de onagra vespertina tiene tanto sentido como acudir a la intimidad para intentar inducir el trabajo de parto. Sin embargo, éste también está aún bajo estudio.