Efectos secundarios de la morfina en los perros

La morfina es prescrita comúnmente para aliviar el dolor canino.

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Las lesiones y dolencias caninas a veces requieren analgésicos de gran potencia para aliviar el sufrimiento de un animal y así mantenerlo cómodo durante un período de recuperación. Dependiendo de la severidad de la condición de un perro, los veterinarios a menudo se basan en medicamentos narcóticos para ayudar en el tratamiento de un paciente enfermo o lesionado. La morfina es un medicamento narcótico popularmente prescrito para perros por su acción eficaz en el alivio del dolor y los efectos secundarios mínimos.

Sedación

La sedación a veces es un efecto deseado de la morfina para las lesiones caninas.

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La sedación es un efecto secundario común en los perros que son tratados con morfina. La frecuencia del pulso y el corazón del animal se reducen significativamente, y este permanece en un estado de relajación y un poco somnoliento. También puede permanecer semiconsciente o incluso parecer estar dormido durante períodos prolongados, dependiendo de la dosis. Si el perro ha sufrido una lesión que le obliga a permanecer inmóvil durante el proceso de curación, pueden ser prescritas grandes dosis de morfina para lograr la sedación.

Vómitos

Las nauseas y vómitos son un efecto secundario común de la morfina en los perros.

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Como con la mayoría de las especies, el vómito es un efecto secundario de la morfina en los perros. Es común para un animal experimentar vómitos la primera vez (o primeras veces) que se ingiere o se inyecta la morfina. Si el animal continúa regurgitando después de varias administraciones de los opiáceos prescritos, una dosis reducida puede ser recomendada.

Defecación y constipación

Los perros con tratamientos prolongados pueden experimentar constipación.

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La administración inicial de una inyección de morfina puede causar que un perro defeque involuntariamente. Esto sucede porque la morfina alivia el dolor, causando un efecto adormecedor en el cuerpo, incluyendo los intestinos. Este es un efecto secundario común que solo se produce en el comienzo del tratamiento y disminuye rápidamente. El uso prolongado de la morfina en los perros produce el efecto contrario, y eso genera estreñimiento.

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