Cómo mantener las orquídeas vivas y saludables

Una orquídea sobrevivirá durante años en el hogar si la cuidas de manera adecuada.

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Las orquídeas son cada vez más baratas y fáciles de encontrar. No es raro encontrarlas ahora en supermercados y centros de jardinería listas para llevar a casa justo en plena floración. Después de llevarte una orquídea, sigue los pasos básicos para mantenerla viva y saludable en un entorno doméstico.

Step 1

Coloca la orquídea en una habitación con luz brillante filtrada. Si la quieres poner cerca de una ventana, cierra las cortinas cuando la luz se cuele o mueve la maceta a un lugar diferente. La luz solar directa puede causar daños, pero la falta de ella es la causa más común por la que las orquídeas no florecen. Recuerda que las orquídeas necesitan aproximadamente de 10 a 15 horas de luz por día, por lo que incluso una fuente de luz artificial será de gran ayuda. Aleja tu planta de las ventanas en verano cuando el clima está muy caliente y también en los días más fríos del invierno. Gira la maceta un cuarto de vuelta en cada riego para repartir bien la luz y equilibrar el crecimiento.

Step 2

Mantén la temperatura entre 60º y 80º Fahrenheit (16º y 27º Celsius). Las temperaturas que son cómodas para la gente en una casa también son buenas para las orquídeas. Coloca la maceta donde la planta tenga una buena ventilación pero sin corrientes de aire frío. Cuida que no la alcancen las ráfagas de aire helado que entran cuando se abren las puertas durante el invierno, y traslada la planta a un lugar más protegido si es necesario. No exageres con la chimenea o los calentadores. Las orquídeas prefieren unos 60º F (16º C) en invierno y que no las mueva demasiado.

Step 3

Riega la orquídea con agua destilada o con agua de lluvia. A las orquídeas no les hace bien el agua dura, ya que los minerales se acumulan en el medio de la maceta. Para mayor seguridad, hierve el agua para esterilizarla y eliminar cualquier contaminante, hongo o bacteria. Riega una vez por semana. Toca con los dedos el medio de cultivo para ver si se siente húmedo, y riega si está seco. Deja que el agua drene a través de la maceta y fuera de ella. Cuando la orquídea esté floreciendo y creciendo activamente, la maceta puede sumergirse en el agua durante 30 minutos para que la corteza absorba un poco de agua. No olvides escurrir bien. En el verano, esta técnica es ideal para alternarla semanalmente con la fertilización.

Step 4

Aplica un fertilizante líquido equilibrado de uso múltiple a la mitad de la aplicación sugerida en la etiqueta. Las orquídeas que crecen en corteza deben recibir un fertilizante alto en nitrógeno, como un 30-10-10. Fertiliza durante uno o dos de los días de riego cada mes. Hay fórmulas fertilizantes específicamente diseñadas para el cultivo de este tipo de flores. Las orquídeas son epífitas y obtienen nutrientes a partir del aire y el agua de riego. Usando fertilizantes de mediana fuerza y permitiendo que el agua drene adecuadamente, evitarás la acumulación de sales y minerales en el medio.

Step 5

Ajusta la humedad para mantenerla en el intervalo del 60% y 70% alrededor de la planta. Esto se logra mediante la colocación de un recipiente con agua al lado de la planta o poniendo la maceta en un recipiente con agua y piedras en su interior. Mantén la maceta y las raíces aéreas fuera del agua. La espuma verde de floristería es una buena opción para colocar en el fondo de un recipiente decorativo sobre el que puedas poner tu orquídea en su propia maceta. La espuma absorberá y evaporará el exceso de agua alrededor de la planta sin necesidad de que entre en contacto con el agua.

Step 6

Utiliza una mezcla para macetas ligera y sin tierra que sea capaz de mantener la humedad. Una buena mezcla es la obtenida a partir de una parte de turba, una parte de carbón y dos partes de corteza del pino de 1/2 pulgada (1,2 cm). Muchos centros de jardinería y viveros de orquídeas venden mezclas especiales para maceta y cestas de malla para cultivar orquídeas. Una maceta o canasta de malla proporciona la ventilación necesaria para evitar la putrefacción. Deja las raíces aéreas colgando fuera de la maceta para evitar problemas.

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