Cómo las vitaminas y los fertilizantes afectan el crecimiento de las plantas

Los abonos y las vitaminas pueden mejorar o inhibir el crecimiento de las plantas.

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Las plantas tienen la asombrosa capacidad de fabricar sus propios alimentos. Para ello, éstas deberán contar con la disponibilidad de agua, luz y nutrientes contenidos en el suelo. Las plantas también fabrican materiales de vitaminas dentro de sus células. Bajo ciertas condiciones, la adición de fertilizantes a los suelos vegetales puede ayudar a promover los procesos de crecimiento, mientras que las aplicaciones de vitaminas puede promover o inhibir el crecimiento.

Crecimiento de las plantas

Los procesos de crecimiento en las plantas requieren agua, luz y materiales de dióxido de carbono para producir alimentos o azúcares. Estos azúcares proporcionan el combustible que alimenta los procesos de crecimiento de las plantas. Las plantas dependen de los alimentos elaborados a partir de la tierra para llevar a cabo las actividades de crecimiento. En total, 14 nutrientes del suelo ayudan en el proceso de crecimiento. Las plantas requieren seis de estos nutrientes: potasio, nitrógeno, calcio, fósforo, azufre y magnesio, en grandes cantidades, por lo que estos seis pertenecen a la categoría de macronutrientes. Las plantas usan los otros ocho nutrientes en pequeñas cantidades, lo que los coloca en la categoría de micronutrientes. Los micronutrientes vegetales incluyen hierro, molibdeno, zinc, boro, cobalto, manganeso, cobre y cloro. Cada uno de estos nutrientes activa las funciones específicas de plantas, tales como la fotosíntesis, la producción de hormonas y el crecimiento celular.

Efectos de los fertilizantes

Los ambientes de suelos agotados de nutrientes harán que las plantas desarrollen deficiencias que aparecen como estructuras de la planta en dificultades o dañadas. Signos como dificultades o daños pueden aparecer en las hojas secas y en los tallos, en las estructuras podridas de la planta o un crecimiento atrofiado. A medida que las plantas ingieren macronutrientes en grandes cantidades, los ambientes de suelos pueden agotarse de estos elementos esenciales. La aplicación de fertilizantes ayuda a reponer los ambientes de los suelos mediante la reposición de estos nutrientes que faltan. La mayoría de los materiales fertilizantes contienen proporciones variables de nitrógeno, potasio, magnesio, calcio, fósforo y azufre en función del tipo de entorno de la planta y del suelo implicado. En efecto, la adición de fertilizantes permite a las plantas llevar a cabo la producción normal de alimentos y los procesos de crecimiento.

Vitaminas

Las plantas usan la comida o el azúcar fabricado en las estructuras de la hoja y el tallo para producir materiales de vitaminas en sus células. Los nutrientes del suelo de las plantas también ayudan en el proceso de producción de las vitaminas. Los materiales de nutrientes de los suelos y los fertilizantes le permiten a las estructuras celulares coordinar los procesos químicos necesarios para producir vitaminas. Dentro de la estructura de la planta, las vitaminas y las hormonas llevan a cabo funciones similares en cuanto a iniciar procesos específicos de crecimiento de células en hojas, flores y tallos. Las vitaminas de las plantas consisten en moléculas orgánicas que ayudan a catalizar o desencadenar reacciones químicas dentro de las células, al igual que lo hacen las hormonas.

Reguladores de crecimiento de las plantas

Al igual que las aplicaciones de fertilizantes, los reguladores del crecimiento vegetal se aplican a las hojas de una planta y/o el medio ambiente del suelo. Estos reguladores contienen hormonas y materiales de vitaminas que han sido extraídos de los tejidos de las plantas y, en algunos casos, de los compuestos sintéticos. A medida que estos materiales líquidos vienen en formas concentradas, las plantas sólo pueden tolerar pequeñas cantidades a la vez. Cinco categorías de reguladores de crecimiento de plantas afectan a diferentes áreas dentro del proceso de crecimiento de éstas.

Los reguladores de auxina afectan a la floración, el crecimiento de las raíces y el crecimiento del fruto, mientras que los reguladores de giberelinas estimulan los procesos de división celular y la germinación de las semillas. Los reguladores de citoquinina también estimulan los procesos de división celular. Cuando se aplican junto a los reguladores de auxina, las altas concentraciones de citoquinina frente auxinas estimularán el crecimiento de brotes, mientras que las altas concentraciones de auxina estimularán el crecimiento de la raíz. Existen reguladores de etileno en forma de gas e inducen específicamente la maduración del fruto y la muerte celular eventual. La quinta categoría, los reguladores de ácido abscísico, en realidad funcionan como inhibidores del crecimiento que interrumpen los procesos de germinación de semillas y aumentan las tasas de inactividad de la planta en el término de que las hojas y los frutos mueren.

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