Step 1

Corta la energía eléctrica en tu horno y retira el panel frontal. Esto significa que aún se pueden ver las llamas de gas en el interior (o debajo de la tapa del quemador después de retirarlo), pero no debe estar en riesgo de descarga eléctrica.

Step 2

Revisa la calidad y el color de la llama. Las llamas rectas de color azul puro indican que el horno funciona correctamente. Las llamas amarillas o flexionadas indican que es necesaria una limpieza antes del ajuste. Las llamas azules con pequeñas puntas amarillas o con llamas de color azul con bordes verdes también son aceptables.

Step 3

Apaga la válvula de gas y limpia la boquilla del piloto (el lugar donde aparece la llama) con un cepillo de alambre. Utiliza una linterna para asegurarte de que se han eliminado todos los residuos de la zona que rodea la luz del piloto y/o la boquilla del quemador.

Step 4

Pon de nuevo el horno a la máxima potencia (electricidad y gas) e inspecciona el color y la calidad de la flama. Respirar demasiado cerca de la flama hará que sea de color amarillo, por lo cual debes mantener una distancia moderada entre ti y el horno. La flama debe ser azul y recta, azul y tal vez un poco encorvada, o incluso tener un poco de amarillo.

Step 5

Gira el obturador/válvula de gas hasta que la llama parezca que salta de su posición antes de girar en la dirección opuesta hasta que la flama azul se mantenga de forma continua sobre la boquilla del piloto.

Step 6

Desconecta el suministro eléctrico y reemplaza la tapa del quemador y el panel de la puerta principal. Recuerda que debes restituir el suministro de energía cuando hayas terminado.

Step 7

Contacta a un profesional si no eres capaz de producir una flama azul después de seguir estos pasos.