Metales resistentes al alcohol

Los metales preciosos; todos los oros y platas genuinos, no serán dañados por limpiarlos con alcohol. Cuanto mayores sean los quilates del oro, más suave es el material, pero aún así no se arruinará con alcohol en sí. La joyería de platino, plata y plateada también es segura para limpiar con alcohol, ya son los metales más estables, tales como el titanio, el tungsteno y acero inoxidable.

Materiales a los que el alcohol dañará

La joyería y plásticos hechos de acrílico, como algunos tipos de joyería del cuerpo, no deberían limpiarse con alcohol frotador. Los materiales se volverán decoloridos o desarrollarán grietas o agujeros diminutos a causa del alcohol, que se convertirán en un caldo de cultivo para las bacterias y la infección.

Las piedras preciosas

Las piedras preciosas tales como los diamantes o rubíes pueden limpiarse con alcohol frotador con eficacia y seguridad, de la misma manera que los metales preciosos. Estas piedras son "preciosas" porque son más duras y más estables que las semipreciosas, que en su mayoría, como la amatista y el topacio, se pueden limpiar con alcohol sin arruinarse. Sin embargo, las perlas y ópalos son, naturalmente cubiertos con un material orgánico que les da su brillo y este revestimiento puede ser comido completamente por limpiarlos con alcohol. Sólo deberías limpiar las perlas y ópalos con una mezcla de jabón suave y agua.

Cómo limpiar con alcohol

Elige alcohol frotador isopropílico al 91% para limpiar tu joyería segura con alcohol. Coloca las joyas en un cuenco limpio, sin poros y vierte el alcohol hasta que la joyería esté completamente sumergida. Deja asentar la joyería en el alcohol toda la noche y usa la punta de un hisopo de algodón o un paño suave para tratar de frotar un poco de la mugre, que si aún es difícil de remover, déjala en remojo más tiempo y vuelve a intentarlo. No frotes la suciedad con un cepillo si estás tratando de limpiar metal o plata, ya que estos dos metales son blandos y se rayarán con facilidad. Para los metales duros (como el acero inoxidable y el tungsteno) y las piedras preciosas con hendiduras y grabados, frota suavemente con un cepillo de dientes suave. Limpia la joyería con un paño sin pelusa para pulirla ligeramente después de limpiarla.