Detén los tratamientos químicos

Si procesas tu cabello con regularidad, ya sea con un alisado para tenerlo bien lacio o con varios tratamientos de coloración, es el momento de poner un alto. En ocasiones, lo mejor que puedes hacer es darle un descanso. Habla con tu estilista y pregúntale cómo responderá tu cabello en ese momento, si detienes todos los tratamientos y te enfocas en la reparación.

Comienza un régimen de acondicionamiento

El cabello seco y quebradizo se pondrá peor si lo continúas procesando y puede comenzar a romperse aún más y a caerse completamente. Comienza a acondicionarlo todos los días o en días alternos e inicia un tratamiento de acondicionamiento profundo, donde el producto permanece en el cabello hasta por una hora, al menos una vez a la semana. La humedad del acondicionador le brindará un efecto restaurador.

Córtatelo

Si te has quedado con poco cabello, puedes cortarte todas las partes dañadas y lucir un nuevo estilo corto, pero si te aferras a cada trozo de cabello largo que puedes mantener, al menos deberás recortar tanto como puedas de la zona dañada. Cuanto más puedas recomenzar con un nuevo crecimiento natural, más sano quedará el cabello. Lo que es más, no tendrás que soportar el impacto de que se te caiga cada vez que lo peinas.

Evita peinarlo con calor

Cuando menos cosas le hagas a tu cabello en este momento, será lo mejor. Al peinarlo con calor solo lo empeorarás. Piensa en peinados con trenzas sueltas, moños simples y colas de caballo, pero nada apretado o que lo restrinja y deja que tu cabellera se seque al aire libre.