Step 1

Ubica la casa de tu perro en un punto alejado del viento. Si es posible, colócala en una área asoleada para el invierno. Elévala sobre bloques de concreto para que la levanten del suelo congelado y le permitan la circulación del aire por debajo y alrededor.

Step 2

Sella cualquier grieta entre los bordes de la madera con relleno de madera para conservarla libre de humedad y corrientes de aire. Pinta la casa del perro de negro para que absorba mejor los rayos solares y la radiación.

Step 3

Aisla las paredes. Compra una casa de plástico de doble pared con un protector de aire entre los paneles o fija material aislante entre las paredes externas y la nueva pared interna de contrachapado Enmasilla los bordes y las uniones por dentro y por fuera para hacerla a prueba de agua.

Step 4

Instala aislante en el piso de la misma manera, ya que la mayor parte del calor del cuerpo del perro se perderá a través de la base. Añade una capa de alfombra o paja. Si tu perro tiene pelo corto o es muy viejo, una almohadilla térmica comercial puede colocarse bajo la alfombra para mantener el interior a una temperatura fija.

Step 5

Cubre la entrada. Haz una trampilla o cubierta usando un pedazo de plástico pesado o una sección de alfombra gruesa. Cuélgala sobre la puerta para el invierno y quítala cuando el clima sea más cálido.

Step 6

Instala un calentador. Compra e instala un calentador de mascotas para empotrar en la pared o haz una caja de luz usando una caja metálica con una lámpara de calor por dentro. Un sistema de aire acondicionado para mascotas es una alternativa mucho más cara, pero aportará calor en el invierno y refrescará la casa en el verano.

Step 7

Si tu perro necesita más comodidad que lo que ofrece una alfombra o la paja, compra una cama térmica para perro. Esta también requiere de energía eléctrica pero secará toda la humedad que el perro traiga de fuera. Las mantas o frazadas retienen humedad y son difíciles de secar.