El ciclo de vida de las coníferas

Las secoyas, los árboles más altos del planeta, son coníferas.

Jupiterimages/Creatas/Getty Images

Las coníferas son predominantemente árboles, con hojas parecidas a agujas o escamas, y su tamaño varía desde especies muy pequeñas hasta los árboles más altos de la Tierra: las secoyas, que sobrepasan los 300 pies de altura (90 m). Estas plantas producen piñas con escamas para su reproducción.

Germinación

El ciclo de la vida de las coníferas comienza con una semilla. La mayoría de éstas poseen un ala que lleva la semilla desde el aire hasta el suelo. Cuando la semilla entra en contacto con el suelo, el embrión que se encuentra en su interior germina y brota.

Crecimiento

Al principio, el embrión crece alimentándose del almidón que contiene la semilla. Luego, echa raíces para obtener agua y nutrientes además de un tallo con hojas. Cuando esto sucede, se convierte en una plántula.

Madurez

La plántula continúa creciendo y genera más ramas, hojas y raíces. Una vez que madura, genera piñas echas de escamas superpuestas con las cuales se reproduce.

Reproducción

Las piñas masculinas generan polen con unos órganos sexuales denominados microesporangios. Las piñas femeninas producen óvulos entre sus escamas. Los óvulos contienen células madre denominadas megaesporas.

Fertilización

Las megaesporas forman un gametofito con un arquegonio que contiene un zigoto. Cuando el polen entra en contacto con el óvulo, las células reproductoras masculinas fertilizan el zigoto, que se transforma en un embrión. El gametofito y el embrión se convierten en una semilla.

Distribución de las semillas

Cuando las semillas maduran, el cono femenino se abre. El viento y la gravedad se las llevan. Si las condiciones son propicias, las semillas germinan para que vuelva a comenzar el ciclo de vida.

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