Step 1

Inspecciona el árbol de fruta progenitor. Asegúrate de que tiene todas las características que quieres que crezcan en las generaciones futuras. Mira el tamaño, la calidad y la robustez. Por supuesto en el caso de los árboles frutales, también deberás elegir el fruto que mejor sabor tenga.

Step 2

Toma un "corte" o rama del árbol progenitor que tenga de tres a cinco brotes. Corta una rama en forma de cuña de modo que el brote más chico esté por encima del corte. El crecimiento de las hojas de este brote va a permitir la rápida curación de la fisura en el árbol injertado.

Step 3

Crea una grieta en el árbol frutal existente. El patrón debe ser aproximadamente de 2 a 7 cm de diámetro para asegurar una correcta cantidad de tensión. Simplemente lija por la dirección de crecimiento hasta un punto que esté libre de nudos o ramas que compitan. Luego divide la grieta alrededor de 7 cm de largo por el centro del patrón. Cualquier característica que tenga el árbol frutal progenitor será pasada por encima del punto donde el corte está injertado en el injerto. Por ejemplo, si haces un corte desde un árbol de pera con peras rojas duras, el nuevo árbol clonado te dará peras verdes y suaves por encima del punto donde fue injertado la rama del progenitor.

Step 4

Abre la grieta con un destornillador e introduce el corte. Colócalo lo suficientemente profundo en la grieta para que el brote menor se apoye justo por encima de la parte superior de la grieta. Para asegurarte de que el injerto quede bien ajustado, envuélvelo con cinta adhesiva o de PVC alrededor del árbol existente. De ese modo el corte quedará bien cerrado.

Step 5

Llena el vacío de la grieta con el injerto compuesto. Asegúrate de que la misma quede totalmente llena para lograr un injerto exitoso.