Dar y recibir premios puede ser emocionante para los involucrados y en muchas organizaciones atléticas, as ceremonias de premios deportivos se celebran anualmente. Es típico que una persona que presenta un premio a alguien más haga un discurso de reconocimiento por los logros del receptor y exprese por qué esa persona está recibiendo el premio. Dar un buen discurso requiere preparación, pero sin duda agrega a la ocasión y también hace que el receptor esté agradecido por el tiempo que se tomó para escribirlo.

Conoce al destinatario. Si conoces a la persona de antemano, puede que ya sepas qué temas evitar y cuáles son seguros. También puede que sepas si preferiría un discurso cómico o algo más sincero. Sin embargo, si no conoces a la persona a la que le estás presentando el premio, averigua con antelación suficiente sobre ésta para escribir un discurso que sea apropiado. Averigua datos acerca de la persona que haga que el discurso sea entretenido sin avergonzarlo.

Saluda a la audiencia. Comienza por presentarte y explica brevemente el premio, el significado de este y por qué se otorga en ese momento. Enumera los logros deportivos del destinatario, incluyendo los hechos positivos y las contribuciones que ha hecho a su equipo u organización. Incluye una breve historia acerca de la persona que sea relevante para la ceremonia. Hazlo personal para atraer a la audiencia.

Sé breve. Las personas pueden impacientarse cuando esperan para saber quién es el destinatario y si ellos ya saben quién es, pueden llegar a aburrirse con un discurso largo. El enfoque tiene que estar en el premio, el beneficiario y sus logros. La preparación te permitirá medir el tiempo y mantener el discurso en una duración razonable. Sé enérgico. Tu entusiasmo en la entrega del premio será contagioso y hará que el receptor se sienta bien.