Step 1

Vacía el refrigerador o congelador y apaga el suministro eléctrico.

Step 2

Tira el refrigerador o congelador hacia adelante y gíralo para tener acceso a la parte de atrás.

Step 3

Localiza el tubo de drenaje. Todos los modelos con autodescongelamiento tienen un tubo de drenaje. El agua que se crea por el proceso de descongelamiento baja por el tubo de drenaje y se evapora con el calor del motor del aparato. Si no encuentras el tubo, consulta el manual para averiguar dónde está.

Step 4

Descongela el hielo que está obstruyendo el tubo. Si hay una obstrucción en algún lugar a lo largo del tubo, despéjalo antes de abordar el problema subyacente. Pasa un secador de pelo sobre el tubo hacía arriba y hacía abajo por un par de minutos en temperatura alta hasta que el hielo se haya derretido y el agua haya corrido por el tubo.

Step 5

Revisa el tazón en la parte inferior del tubo y su agujero de salida en búsqueda de deshechos. Limpia cualquier suciedad y basura visibles que puedan estar causando el problema. Puedes descubrirla al soplar por el tubo si la obstrucción se encuentra en el tubo en sí.

Step 6

Utiliza una jeringa de cocina para rociar una mezcla de agua caliente y blanqueador, o agua caliente y bicarbonato de sodio, por el tubo de drenaje.

Step 7

Empuja un pieza larga de plástico flexible o un tubo de plástico por el tubo para mover el bloqueo si la mezcla de agua caliente no surtió efecto. Rocía la mezcla de agua caliente usando una jeringa de cocina por el tubo nuevamente.

Step 8

Limpia lo que haya caído en el tazón en la parte inferior del tubo. Coloca el refrigerador o congelador de nuevo en su posición original.