Step 1

Compra los materiales para construir tu cascada de interiores en tu tienda local de ferretería o puedes realizar el pedido de las baldosas y bombas por Internet. El forro de revestimiento será el depósito para tu cascada, pero también puedes utilizar mastique de plomería o cualquier otro contenedor grande. Cerciórate de que el depósito sea hermético; utiliza el mastique de plomería si necesitas sellar cualquier grieta o abertura. Los forros de revestimiento para estanque se pueden mejorar con piedras o plantas y pueden contener peces si así lo prefieres. Cerciórate de que la bomba para tu cascada sea lo bastante potente para que pueda enviar el agua hacia la parte superior. Compra pegamento de baldosas de cristal para pegarlas al plexiglás.

Step 2

Separa el pegamento para baldosas de cristal en una pequeña área y realiza surcos con el borde de tu cuchara para albañil. Presiona las baldosas firmemente sobre el pegamento. Embaldosa la superficie completa de un lado del plexiglás. Deja que se seque el pegamento. Emplasta la superficie usando la rastra niveladora. Deja que el emplaste se seque.

Step 3

Coloca el depósito para tu cascada de interiores en el lugar deseado. Si el forro de revestimiento para estanques es demasiado grande para tu proyecto, utiliza un plantador.

Step 4

Coloca la bomba en el depósito y ata la tubería plástica a ella. Estira la tubería por encima de la parte posterior del plexiglás. Dependiendo de la anchura de tu cascada, puede que se requiera más de una bomba para una corriente uniforme. Deja el extremo de la tubería plástica reclinarse entre la pared y el plexiglás con la abertura que hace frente adelante sobre la parte superior del mismo. Puedes dejar que la cascada se apoye contra la pared o colocar una tira de apoyo donde se intersecta con el plexiglás.

Step 5

Agrega las piedras de río o de otro tipo al forro de revestimiento del depósito para que tenga estabilidad. Llena el depósito con agua antes de conectar la bomba.